CONTRIBUCIÓN PARA EL XV CONGRESO DE LA COB

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marcha de la cob junto a evo

(Junio de 2009)
 
POR UNA NUEVA DIRECCIÓN: CLASISTA Y DE COMBATE
LA COB DEBE ROMPER SU APOYO POLITICO AL GOBIERNO

marcha de la cob junto a evoEl reciente Ampliado de la COB ha resuelto postergar hasta el próximo año el XV Congreso Ordinario que debía realizarse este mes. La medida que, al parecer, se toma en función de los cálculos políticos del gobierno, no favorece a la clase trabajadora, que necesita discutir la situación de la  Central para emprender la lucha por las reivindicaciones postergadas.
 
En lo que sigue una contribución sobre la situación de la COB a propósito del XV Congreso que es valida para ser discutida por la vanguardia obrera,  pese a la postergación del mencionado evento.
La Central Obrera Boliviana  atraviesa en estos momentos por una grave situación. La dirección actual ha llevado a la central al desbarrancadero de la colaboración de clases. La ha colocado a la cola del gobierno de conciliación de clases de Evo Morales. Ha renunciado a su independencia de clase y a su obligación de combatir por las reivindicaciones de la clase trabajadora.
 

La tarea central de la vanguardia obrera, sindical y política, es luchar para recuperarla. Devolverle así su rol protagónico no sólo en la pelea cotidiana por las demandas postergadas, sino también en la necesidad de vertebrar una salida de clase a la crisis irresuelta del país, retomando la agenda de octubre.

LA COB Y EL ROL QUE CUMPLIÓ EN LOS PRINCIPALES HECHOS DE LA LUCHA DE CLASES.

Desde sus inicios, la COB en los momentos de mayor ascenso de las luchas obreras, campesinas y populares, fue colocada por las masas como un órgano de poder frente a los gobiernos de la burguesía y su Estado. Así sucedió en las revoluciones de 1952, 1970-71,  1985 y la más reciente  de Octubre de 2003 y  Mayo-Junio de 2005.  En situaciones tales no fue nunca un simple sindicato, sino que concentrando a todo el pueblo,  jugó un rol político preponderante como poder dual o alterno  al de la burguesía. Fueron sus sucesivas direcciones las que de diferentes maneras negaron ese rol a la Central.
 
Por eso, cuando en el país se habla de poder de los trabajadores no se puede dejar de señalar ese rol a la COB, so pena de capitular a los gobiernos burgueses, como lamentablemente ocurrió en las situaciones mencionadas  por responsabilidad de las direcciones burocráticas. En la etapa actual de ascenso  revolucionario, no se puede sino reafirmar ese rol objetivo de la COB y como alternativa al colaboracionismo de clases, rechazar cualquier retroceso al simple sindicalismo. La COB en los momentos decisivos ha jugado un rol político que centralizó a todas las organizaciones de los trabajadores, trascendiendo su función meramente sindical.

Cuando se habla de independencia política de clase de la Central nos referimos a ese papel frente a la burguesía y sus diferentes gobiernos. No es una independencia de “todos los partidos”, sino de la burguesía, del imperialismo, de sus partidos, de sus gobiernos de turno y de su Estado. No es independencia de los partidos de izquierda que presentan un programa de los trabajadores, al contrarío en situaciones como las señaladas esos partidos siempre formaron  parte de la  Central en los hechos, cuando no la dirigieron con políticas reformistas. Pero es más, independencia de clase significa, como lo muestra el rol objetivo jugado en situaciones como las mencionadas, no la simple lucha por reivindicaciones económicas sino políticas, vale decir la lucha contra los gobiernos y el Estado burgués, en la perspectiva de la lucha por el poder de los trabajadores.
 
LA COB ANTES DE OCTUBRE

Como producto de la derrota del proletariado minero tras la insurrección de marzo de 1985, por responsabilidad de las direcciones de turno, la clase obrera y los trabajadores en general y con ellas la COB, entró en una grave crisis. No solamente fue diezmada en sus efectivos mineros básicamente, sino también fue copada más de las veces por direcciones directamente al servicio de la burguesía y su nefasto plan llamado neoliberal. Así sucedió con la dirección de Saturnino Mallcu que inmediatamente antes de 2003 había llevado a la central a ser cómplice del saqueo de nuestras riquezas por los gobiernos derechistas y en especial por el de Sánchez de Lozada. De esa manera, la derrota de esa insurrección sirvió para que la burguesía y el imperialismo no sólo saqueara nuestros recursos naturales, sino también pudiera aplicar una de las más duras políticas contra los trabajadores, generando desempleo, salarios de hambre y condiciones de trabajo lindantes con el esclavismo.
 
LA COB EN OCTUBRE DE 2003

Después de 15 años de planes neoliberales, las masas del país abrieron una nueva etapa de ascenso en sus luchas. Esto ocurrió a partir de la victoria de la “guerra del agua”  en Cochabamba. Empezando por las movilizaciones campesinas, cocaleras, este ascenso se combinó con movilizaciones obreras de las ciudades que tuvo su pico más alto en octubre de 2003.  Como no podía ocurrir de otra manera,  este nuevo ascenso  sacó a la COB de su ostracismo y de las garras del colaboracionismo de clases. Su XIII Congreso de 2003, se realizó en medio de este nuevo ascenso y aunque no fue plenamente conciente de lo que ocurría, permitió un cambio de dirección. Cuando las masas campesinas y originarias se movilizaban en defensa del gas y contra el gobierno entreguista de  Sánchez de Lozada, la COB en los momentos de mayor lucha, convocó a la huelga general indefinida hasta derrocar al ese gobierno. Fue un llamado sentido por la totalidad de las bases obreras y campesinas que  a despecho de otras direcciones como la del  MAS, buscaban la caída del gobierno por la vía de la movilización y no por elecciones. La COB de esa manera, una vez más, de forma natural, centralizó todas las luchas y se iba convirtiendo en el poder alterno a la burguesía. La huelga general y las grandes movilizaciones unitarias del campo y la ciudad, derrocaron finalmente al gobierno asesino de Sánchez de Lozada. La Central después de 18 años de derrota y crisis, volvió a dirigir y concentrar a todo el pueblo, planteando objetivamente el poder para los trabajadores tras la caída del mencionado gobierno. Es decir jugó el rol que mencionamos anteriormente, un rol político clasista que la burguesía y sus voceros trataron siempre de ocultar con ayuda de la izquierda reformista. Algo parecido, aunque con mayor peso de la COR del Alto, sucedió también en la insurrección de 2005.  Las condiciones para la disputa del poder a la burguesía se habían dado, pero las direcciones de entones no fueron hasta el fin, dejando pasar una nueva oportunidad que  la historia había planteado a la clase trabajadora. La burguesía y el imperialismo en crisis retomaron el poder y desviaron las movilizaciones con ayuda de direcciones como la del MAS, a la vía muerta electoral para recomponer su poder herido gravemente.

LA COB DE OCTUBRE AL GOBIERNO DE EVO MORALES

Luego de aprobar un erróneo “retiro estratégico”, la COB  aunque un poco debilitada bajo el gobierno de Carlos Mesa, todavía jugó un rol fundamental, en la nueva insurrección de Mayo-Junio de 2005 que determinó la renuncia de ese gobierno. En vez de disputar el poder, las direcciones otra vez dejaron pasar la oportunidad, abriéndose así un gobierno burgués transitorio, y el desvió del proceso insurreccional a la vía electoral, por ahora  la favorita de la burguesía, para derrotar el ascenso revolucionario.

Surgió así en diciembre del 2005, un gobierno de conciliación de clases (Ver en este mismo número, articulo sobre este tema), el gobierno de Evo Morales que había bregado por ese tipo de “salida democrática” en contra de la insurreccional. La COB que en los días decisivos había sido factor de la caída de los gobiernos, sin ir a la culminación de la tarea, se colocó de hecho  a la cola de los gobiernos que sucedieron, incluyendo el gobierno de Evo Morales. Ni tan siquiera se postuló a las elecciones de entonces a través del Instrumento Político de los Trabajadores que muchos sectores demandaron.

El IVX Congreso realizado en el 2006, ya parcialmente copado por direcciones progobiernistas, todavía aprobó mantener la independencia de clase frente al gobierno del MAS y llevar adelante el Instrumento Político de los Trabajadores.

Pero, de hecho le dio tregua al gobierno y no desarrolló ninguna lucha sistemática por salarios o empleo, menos por el Instrumento Político, y tampoco  por el Pliego Nacional que fue abandonado  hasta el momento.
 
La única lucha importante, tras un fallido llamado a la huelga general, fue la implementada por la Ley de Pensiones en agosto de 2008. Movilización que   fue levantada tras la brutal represión del gobierno contra los mineros de Huanuni que cobró dos vidas.  Esta reivindicación duerme el sueño de los justos, en espera de una solución de consenso que las bases  rechazan en defensa de la propuesta de la Central.

De esta manera, la Central en estos últimos años dejó de jugar un rol político clasista  que sí jugo en los mementos decisivos. En la lucha entre el gobierno y la derecha oligárquica no se postuló como alternativa de clase, por una verdadera salida obrera y campesina. Dejó todo el espacio de la clase obrera al gobierno reformista de conciliación de clase del Evo Morales y a la derecha que buscó como busca en todo momento volver al poder. Lo hizo con el manido y antihistórico argumento de que un sindicato no puede tomar el poder, no puede hacer política, contrario como hemos dicho al papel real de la Central.  Era el producto lógico de la renuncia a la lucha por el poder en los momentos de mayor ascenso obrero, campesino y originario.

LA RENUNCIA A LA INDEPENDENCIA DE CLASE Y CAPITULACIÓN AL GOBIERNO DE EVO MORALES

No sólo después de que fue rechazada una solución favorable a la Ley de Pensiones, sino además en el cuadro del pacto espurio del gobierno con la derecha (que venia de sufrir un revés), pacto que significó un retroceso en su ya conciliadora Constitución Política del Estado, la dirección de la COB contradictoriamente, en esas circunstancias, pasó a apoyar abiertamente al gobierno de Evo Morales. Terminado así de abandonar completamente la independencia de clase de la Central. A cambio de prebendas y migajas dejó de pelear por las demandas más urgentes de los trabajadores como es la cuestión de aumentos significativos y no irrisorios de salarios y mayores empleos,  entre otras, dejando así que la patronal minera decidiera imponer más horas de trabajo, medida que las bases mineras derrotaron. Sin vergüenza alguna pasó a desempeñar un papel activo en política, pero no en defensa de la independencia de clase y los derechos de los trabajadores, sino al servicio del gobierno antiobrero del MAS formando parte del Conalcam.
 
El argumento favorito para apoyar al gobierno es que éste estaría enfrentándose a la derecha oligárquica y al imperialismo. Es verdad que el gobierno ha hecho ciertos ajustes o nuevos contratos menos lesivos con las transnacionales petroleras sin llegar a expulsarlos, y  respecto a la oligarquía de la “media luna”, sólo la reversión de las llamadas tierras de engorde, pero dejando a ambos en pie como sectores dominantes  del país, en contra de lo que planteó Octubre.  A pesar de esta limitación, siempre que la derecha oligárquica se levantó (o se levante) para derrotar al gobierno está planteada la unidad de acción, sobre todo con las bases campesinas que lo apoyan, exigiendo consecuencia en la lucha y no conciliación, y con la mira puesta en el verdadero poder de los trabajadores, pero de ninguna manera apoyarlo políticamente ya que ello significa renunciar a la alternativa obrera y la agenda de octubre. Las medidas  supuestamente progresivas que  toma el gobierno se hace  a costa de la agenda de octubre y de la verdadera revolución obrera y socialista, la misma que, solo la clase obrera encabezando a sus aliados está llamada a realizar.

EL CARÁCTER BUROCRÁTICO DE LA COB

La decisión adoptada fue realizada en forma burocrática, pues no mereció una previa discusión y consulta a las bases. Se revocó en forma arbitraria y por determinación de los dirigentes encabezados por Pedro Montes, un mandato congresal y estatutario respecto al defensa de la independencia de clase y la lucha irrestricta por las reivindicaciones y por el Pliego Nacional. Esta orientación burocrática no es sino una de las expresiones de ese método tradicional impuesto por direcciones traidoras como la de Lechín y sus seguidores. No es por casualidad que ante hechos dinámicos y trascendentales de la lucha de clases no se hayan realizado congresos extraordinarios, ni se haya cumplido con  los plazos estipulados para los congresos ordinarios. El XV Congreso que debía realizarse este mes, se posterga hasta el próximo año, extendiendo el mandato de la actual directiva gobiernista, por más de tres años. Como es parte del régimen burocrático realizar congresos sin documentos previos discutidos por las bases, es de exigir que antes del próximo evento se baje a la base mínimamente el balance la gestión de estos tres años.

Por tal razón una de las tareas de la vanguardia obrera es la pelea por establecer la democracia obrera en la central

RECUPERAR A LA COB, SU INDEPENDENCIA DE CLASE Y ESTABLECER LA DEMOCRAIA OBRERA.

Por estos hechos la tarea central de la vanguardia clasista de los trabajadores, es la lucha por recuperar a la COB para la clase obrera, su independencia política de clase y la practica de la democracia obrera. La COB debe romper su apoyo político al gobierno de Evo Morales. Se precisa una COB clasista y de combate al servicio de los trabajadores y no al servicio de gobernantes de turno.
 
POR UNA NUEVA DIRECCIÓN: CLASISTA Y DE COMBATE

Pero la tarea antedicha significa  a su vez la lucha por construir una nueva dirección: clasista y de combate para la COB. Dejar atrás direcciones tributarias del lechisnismo burocrático y traidor. Es una pelea que esta planteada asumir por los cuadros y sindicatos consecuentes. La forja de esta dirección pasa por la unidad de acción de los sectores dispuestos a la independencia de clase de la COB frente al gobierno y la derecha. Un bloque que aunque minoritario deje sentada esa pelea para continuar hasta conquistar una COB de combate y una dirección consecuentemente clasista y de lucha.

RETOMAR OCTUBRE, POR UNA SALIDA REVOLUCIONARIA OBRERA, CAMPESINA, ORIGINARIA Y SOCIALISTA.

Además de la lucha cotidiana por las demandas de salario, empleo digno, la Ley de Pensiones, la formación del Instrumento Político de los Trabajadores y el Pliego Nacional anual, así como el apoyo a las luchas universitarias por el voto universal y contra la represión derechista, la COB que necesitamos es aquella que asumiendo su papel de aglutinador de todo el pueblo trabajador, y de  poder alterno al de la burguesía, abandone su colaboración con la burguesía vía  el apoyo político al gobierno de conciliación, y se organice para retomar las luchas inconclusas de Octubre de 2003. Que luche políticamente, sí, por ejemplo, postulándose como alternativa de clase  frente al gobierno y la derecha, en las elecciones de diciembre a través del Instrumento Político de los Trabajadores que es mandato del Congreso anterior. Medida circunstancial, en pos de retomar octubre para hacer la revolución obrera que expulse al imperialismo, expropie a la oligarquía y los explotadores capitalistas, instaurando un verdadero gobierno obrero, campesino y originario. 
La Paz, Junio de 2009

     MOVIMIENTO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES – MST

 

 

 

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