El 29 de julio de esta gestión, cuando afrontábamos la agudización de la pandemia, las autoridades universitarias, lejos de responder a esa grave crisis, emitieron la resolución 191/2020 que establece en su artículo primero “Declarar la necesidad prioritaria de realización de elecciones”. En otras palabras, priorizaron los procesos electorales en todos los niveles, antes que atender los requerimientos de la población universitaria, como el internet gratuito o incluso la realización de pruebas rápidas masivas para coadyuvar la contención de la pandemia.
En consecuencia, el 14 de octubre emiten la resolución 294/2020 donde autorizan la realización de elecciones presenciales en toda la universidad a título de resguardar la institucionalidad. Pero, intencionalmente dejan de lado que la base estudiantil no participará de manera masiva en los procesos electorales puesto que la desorganización de las clases virtuales y la falta de recursos obligaron, en los hechos, a que por lo menos el 50% de la población estudiantil abandone la universidad. Por otro lado, al no existir clases presenciales y un gran número de estudiantes del interior volvieron a sus regiones y no podrán emitir su voto.
Por ello, las autoridades universitarias en complicidad con la dirigencia estudiantil de los intercentros están afectando los derechos democráticos del estudiantado, pues no conformes con no haber hecho nada para cubrir las necesidades básicas para educación en pandemia, ahora imponen elecciones discriminando a quienes, por falta de recursos, por uno u otro motivo, no podrán participar del proceso.
En ese sentido, el “Honorable” Consejo Facultativo (HCF) de Sociales designó un comité electoral en sesión burocrática del HCF, no así en Asamblea Docente Estudiantil como tradicionalmente se hacía para respetar la opinión y voto de las bases. De esta manera, faltan a la tradición democrática de la facultad, y se amparan en normas electorales que su propia casta y grupo político aprueban para cubrirse las espaldas.
La dirigencia estudiantil de intercentros también aprobó a traición estas elecciones a Decanato, cuando universitarios de base protestamos por el actuar de la dirección de la FUL que, negando la voz y voto a los estudiantes, impuso un comité electoral para organizar elecciones amañadas en la facultad de Sociales. La resolución 01/2020 de la Asamblea Estudiantil de Comunicación Social organizada por el Cuerpo de Delegados, aclaró que no existen condiciones democráticas y menos sanitarias para la realización de elecciones estudiantiles y rechazó las maniobras de la FUL. Esta resolución debe aplicarse para todos los procesos electorales, pues las condiciones son las mismas.
Por otro lado, el “sorteo aleatorio” para la designación de los miembros del comité electoral no es transparente. Está demostrado que los programas informáticos son manipulables. Existen antecedentes de eso hasta en las elecciones nacionales. Decimos esto ya que casualmente, entre los personajes “sorteados” para que organicen las elecciones a decanato, existen personas afines al aparato masista que sesiona en el HCF.
En definitiva, son las autoridades pro masistas las que quieren asaltar la facultad para ponerla al servicio del actual gobierno, atentando contra la independencia que debe tener la universidad y la ciencia respecto al poder político del Estado Burgués. De esta manera violan la autonomía universitaria para tener el control y aplicar el ajuste económico del MAS, cobrándole la crisis al estudiantado, subiendo costos de trámites, recortando carga horaria, afectando el curso de verano, entre otros derechos, rumbo a la privatización de la educación.
Por si fuera poco, las autoridades imponen estas elecciones con voto ponderado, donde el voto de un docente equivale por lo menos al de 40 estudiantes. El voto universitario se ve más afectado cuando muchos abandonaron materias por falta de recursos o no se encuentran en la ciudad y por ello no podrán votar.
Finalmente, ¿dónde se van a socializar los programas de los candidatos?, ¿cuál va ser el escenario del debate? ¿Las redes sociales? La base que aún está pasando clases a duras penas tiene para pagar el internet, no va a participar del proceso, cómo hacerlo si para ello necesita pagar más internet para informarse sobre las campañas y candidatos. Solo una élite privilegiada votará entonces.
Eso no es democracia. Por tanto, son elecciones burocráticas, donde solo participan los aparatos en una pelea mezquina por acceder a un cargo para administrar las miserias de la grave crisis económica del sistema universitario.
RECHAZAMOS LAS ELECCIONES EN CONDICIONES ANTIDEMOCRÁTICAS
NO AL PLAN DE LAS AUTORIDADES Y DIRIGENTES QUE QUIEREN ADUEÑARSE DE LA FACULTAD CON MANIOBRAS BUROCRÁTICAS
