Por: Jacquelin Pérez
La derecha enquistada en la dirección de Ciencias Sociales con España y en el HCU con Rescala y sus compinches de otras facultades y de la fraudulenta directiva de la FUL Rojas Caba, declararon, como se sabe, antiautonomistas a estudiantes y docentes de Comunicación Social y Trabajo Social. La sanción fue por el hecho de haber tomado medidas de presión para ser atendidos en demandas justas, postergadas por 6 años, como la expulsión de los docentes truchos, y la solicitud de curso de verano gratuito con presupuesto no ejecutado de la carrera correspondiente a la gestión 2009. En ambos casos Comunicación tuvo razón. (Ver artículo alusivo en la contratapa). ¿A qué llama la derecha antiautonomistas? A los estudiantes s y docentes de base que luchan por demandas justas, sistemáticamente negadas por las autoridades. Es decir, una sanción contra los propios miembros mayoritarios de la universidad que reclaman derechos justos y que se ven obligados a movilizarse, incluyendo la toma del monoblock, para ser escuchados.
Las movilizaciones estudiantiles por sus demandas negadas por las autoridades, no tiene nada de antiautonomistas, más aún si esas demandas son luego reconocidas como justas, como fue el caso. Las autoridades se ahorrarían las movilizaciones si resolvieran sin provocar presiones tales demandas. El principio de la autonomía universitaria no pena las luchas estudiantiles por sus reivindicaciones. No prohíbe la lucha en pos de las mismas, menos si son negadas. En el claustro universitario, a diferencia del cuartel, no sólo se garantiza la libertad de expresión, de organización, las divergencias ideológicas y políticas, sino también el derecho a la protesta y la movilización si se conculcan derechos. No son antiautonomistas quienes hacen uso de esos derechos y recurren a la lucha para hacerlos respetar.
Por el contrario, sí son antiautonomistas quienes como las autoridades de derecha, recurren a la Policía, una institución represora ajena a la universidad para ejercer el control de la misma como ocurre desde hace un tiempo, y la llama siempre que buscan ahogar a palos y gases lacrimógenos, las movilizaciones justas de los estudiantes y docentes de base. Es más, recurren a matones y delincuentes para enfrentar a los estudiantes. Así fue en el caso de las luchas de Comunicación con saldos de heridos graves principalmente mujeres.
Igualmente es antiautonmismo llevar al HCU abogados privados para defender sus resoluciones arbitrarias como hizo España en la reunión del 10 de los corrientes.
Existe violación de la autonomía cuando se somete la universidad al control de organismos estatales como es el caso de la policía, uno de los pilares estatales. La derecha protesta cuando el Seguro Universitario pretende ser transferido al Estado, porque perdería parte del botín que controla. Pero entrega la universidad al control estatal policial, la peor de las entregas, porque le sirve para proteger su poder contra la mayoría estudiantil.
Los verdaderos autonomistas estamos en contra de someter a la universidad en ambos casos. Estamos por seguro universitario controlado por las bases. Estamos en contra del control policial y la ingerencia de los gobiernos de turno en la conducción de la universidad. Por eso queremos cambiar la institucionalidad antidemocrática corrupta que pisotea la autonomia, cristalizada en veinte años de injerencia del Estado y los gobiernos neoliberales de derecha en la UMSA. La derecha actual y sus abusos son producto de esa injerencia. Por la misma razón rechazamos la pretensión del actual gobierno de controlar la Universidad. La autonomía universitaria es independencia del Estado burgués y sus gobiernos, pero dependencia creciente de la clase obrera y sus organismos de combate en la perspectiva de la revolución socialista que cambie la universidad actual de raíz.
