Balance nacional tras el paro cívico y la política del gobierno

Juan Jose


UNIFICAR LAS LUCHAS DE TRABAJADORES CONTRA LOS PLANES PROIMPERIALISTAS

Durante el período previo al paro del comité cívico de Santa Cruz, la clase trabajadora desplegó una serie de luchas contra la persecución y ajuste proimperialista del gobierno del MAS. Movilizaciones que fueron creciendo y aglutinándose una tras otra. A las ya consuetudinarias protestas de obreros fabriles contra los despidos, se sumaron las luchas de los emblemáticos sindicatos mineros de Colquiri y Huanuni contra el Decreto Supremo 4783 que permitía al gobierno echar mano de las utilidades de las empresas públicas para cubrir parte del déficit fiscal y contra el paso del dinero de las jubilaciones a la administración estatal ineficiente y corrupta de la Gestora Pública.

Junto a ellos, el sindicato agrario de ADEPCOCA recobró sus fuerzas para luchar por la liberación de sus presos políticos y continuar la batalla por el respeto a su tierra, producción y mercado tradicional de la hoja de coca en peligro por las intervenciones del gobierno que busca control absoluto en contra de los pequeños productores del campo. Realizaron una alianza con la Confederación de Gremiales asfixiados y perseguidos por el MAS y llevaron adelante una masiva asamblea en la sede de gobierno.

El magisterio urbano paceño, que libraba una lucha de seis meses para que el gobierno deje de intervenir las cuentas del sindicato, reconozca a la reciente directiva electa democráticamente, eleve los salarios y deje la persecución política liberando a los dirigentes encarcelados, se vio fortalecido con el incremento de las luchas y logró la libertad de los presos y el reconocimiento de su directiva.

El gobierno y su ajuste proimperialista estaban en serios problemas acechados por estas luchas obreras y campesinas. Se planteó que la Central Obrera Boliviana realice su Congreso de Emergencia y cambie de directiva servil al gobierno por una que responda a las bases y sus reivindicaciones. Los mineros de Huanuni a la cabeza de esta propuesta.

Sin embargo, oposición parlamentaria y gobierno pusieron una agenda mediática nueva, la del censo. Provocaciones entre el MAS y los cívicos de Santa Cruz sobre la fecha del censo (pelea iniciada por el MAS que a través de un decreto postergó el censo). Los cívicos cruceños convocaron a un paro regional por el censo. El MAS aprovechó esta situación para impulsar nuevamente la política de que estaría por venir un nuevo Golpe de Estado con un nuevo Plan Cóndor del imperialismo y lo que corresponde es, como se hizo desde el inicio del gobierno de Arce, que los sindicatos renuncien a movilizarse por sus reivindicaciones para no desestabilizar al MAS. Que se aguanten los problemas económicos en nombre de evitar un Golpe. Las direcciones pro masistas del proletariado aplicaron esta línea con el fin de desmovilizar a sus bases. La dirigencia de la COB se sintió aliviada al salvar momentáneamente su cabeza con el confusionismo provocado por esta línea política que tras el falso lema de respeto a la institucionalidad cobista se hizo en realidad alusión a la resolución burocrática de “silencio sindical”, el cual permitió la extensión burocrática de mandato del dirigente de la COB en tiempos de Añez.

CÍVICOS AISLADOS Y SIN APOYO IMPERIALISTA, NO HAY PELIGRO DE GOLPE

En medio de las disputas internas del MAS, el mismo Evo Morales afirmó públicamente que no avizoraba intentos de golpe en el paro cívico por el censo. A estas alturas, el paro cívico ha concluido. Se puede comprobar que el ejército no participó en ningún momento, que la policía estuvo al mando del MAS de principio a fin, que los cívicos no levantaron la consigna de derrocar al gobierno y que se enfocaron en la fecha del censo. Pero lo más trascendental es que en todo el paro resaltó la postura del imperialismo norteamericano que a través de sus instituciones respaldó en todo momento la política del gobierno de Arce, y no solo sobre la postergación del censo, sino también de la aplicación del ajuste económico.

Con esto quedó claro que los cívicos no tuvieron el respaldo del imperialismo. En el terreno de la clase dominante quedaron aislados, pero también en el terreno del movimiento de masas, ya que la consigna de Censo 2023 que levantaron quedó atomizada a un solo departamento, Santa Cruz. No tuvo alcance nacional. Por esta razón, a los cívicos no les quedó más que aceptar la postergación del gobierno para realizar el censo el 2024 y suspender el paro.

Con este aislamiento, consignas y debilidad no había ningún peligro de Golpe de Estado. No correspondía a la COB desmovilizar las luchas obreras. Esa fue una traición de las direcciones sindicales dirigidas por el MAS y el estalinismo.

LA POLÍTICA DE CENSO DEL MAS Y LOS CÍVICOS

La política del censo fue impuesta por dos bandos proimperialistas, el MAS y los cívicos del oriente. El censo en ese marco planteó una pelea mezquina por recursos y escaños parlamentarios arguyendo que el problema económico que sufre el país es producto de la mala distribución del magro presupuesto estatal a los municipios y del mal conteo de habitantes para distribuir diputaciones por departamento. Salvaguarda el saqueo imperialista de los recursos, no lo denuncia, para enfocarse en la distribución de las migajas que caen de la mesa de las transnacionales al Tesoro General de la Nación junto a los impuestos que se le cobra al ciudadano de a pie.

La diferencia entre el gobierno y los cívicos cruceños en este punto solo fue de fechas. El primero planteó hacerlo el 2024 y el segundo el 2023. El apremio de los cívicos se basó en que la aplicación de los resultados se diera durante su gestión y no en la finalización de su mandato. Difundieron la idea de que los problemas económicos se resolverían con el censo. Una gran mentira pues no afecta al saqueo imperialista, principal responsable de la crisis, sino que se enfoca en quitar a otros departamentos los recursos y escaños ya definidos por ley para dárselos a quienes tengan más habitantes como Santa Cruz. En parte, por esta mezquindad los cívicos no tuvieron un paro con apoyo nacional.

El MAS que en la práctica tampoco quiere tocar el tema del saqueo imperialista, planteó un censo sin coordinación con los cívicos ni la oposición. Denuncias de preparar un fraude en el censo de por medio, se mantuvo firme en la postergación. Decidió atacar al paro de Santa Cruz bloqueando la entrada y salida de alimentos y combustibles con la policía y grupos paramilitares. Esto castigó principalmente a la población trabajadora y no a los cívicos. La inflación de los precios de productos de primera necesidad se disparó a los cielos no solo en Santa Cruz, sino en todo el país.

De inmediato se produjo la organización de las juntas vecinales de Santa Cruz contra el bloqueo del gobierno. El ícono de esta organización se dio cuando las juntas vecinales fueron a desbloquear la refinería de Palmasola y descubrieron que quienes bloqueaban el paso era la policía y no bloqueadores del pueblo como decía el MAS. La fuerza de la protesta rompió el cerco policial y devolvió el libre tránsito de productos.

Así fue derrotada la política del bloqueo de alimentos del MAS, por ser totalmente antipopular. Asimismo, se desenmascaró que la policía fue la que preparó los incendios de los sindicatos campesinos en Santa Cruz para azuzar a sus bases de que el Golpe de Estado estaba cerca. Videos de policías incendiando una cede campesina debilitaron esta política fraudulenta.

Por su lado, los cívicos desesperados por conseguir apoyo a su paro alargaron el mismo, grupos de choque de su lado amedrentaron a comerciantes y trabajadores en general. Por eso mismo se fue aislando y debilitando. Finalmente tuvieron que pactar en base a la propuesta del gobierno.

EVO EN OPOSICIÓN A ARCE

Hasta la política del bloqueo de alimentos, las dos alas del MAS, evistas y arcistas – choquehuanquistas, estuvieron unidas. Pero, una vez que las juntas vecinales derrotaron el bloqueo antipopular, se dividieron. Evo Morales, principal impulsor de la línea mencionada, cambió de postura y planteó que el gobierno pacte con los líderes cívicos y realice el censo en menos de nueve meses, tal como él lo hizo el año 2012. Con esto, hacía causa común con Camacho.

Arce y Choquehuanca no le hicieron caso. Finalmente, los cívicos cedieron ante la postura arcista y aceptaron hacer el censo 2024 siempre y cuando su realización se haga ley. Esta propuesta fue aceptada por el gobierno. En el parlamento se aprobó la ley del censo entre la bancada del MAS y la oposición.

Evo Morales cambió nuevamente su postura de realizar el censo 2023 para atacar a Arce arguyendo que la aprobación de la ley para el 2024 es un pacto con la oposición derechista y que los “revolucionarios” jamás deben pactar con la derecha. Se olvidó que él propuso entregarse de lleno a la propuesta cívica de realizar el censo en menos de un año.

Lo cierto es que Evo se opone a Arce por una pelea de cargos en el aparato estatal partidario, donde Arce va ganando espacio y Evo tiene el objetivo de volver al gobierno bajo ambiciones bonapartistas. No hay nada de izquierda en los cambios abruptos de la política que plantea.

LA CLASE OBRERA ANTE EL PARO CÍVICO Y EL GOBIERNO

Si bien la línea del gobierno buscó frenar las protestas contra el ajuste económico proimperialista, no consiguió movilizar al proletariado contra el supuesto golpe de Estado.

La dirigencia de la COB sacó una resolución burocrática junto a la dirección política del MAS para movilizar al proletariado contra el paro cívico. Incluso llegaron a sacar un cronograma de protestas. Pero ninguna asamblea del ente matriz de los trabajadores votó a favor. Al ser burocrático, el ejecutivo cobista, Huarachi, tuvo que suspender públicamente el cronograma de movilizaciones “hasta nuevo aviso”. Era imposible su aplicación.

El proletariado asumió la línea práctica de no meterse en la pelea mezquina entre los dos bandos proimperialistas por el censo. Eso no significó que la lucha en defensa de los derechos laborales se detenga. Tanto en Santa Cruz como en los distintos departamentos continúa. Es parte de la lucha contra la burguesía, el imperialismo, su gobierno central y la oligarquía regional.

RETOMAR LAS LUCHAS Y UNIFICARLAS

Es necesario retomar las luchas contra el ajuste económico que el gobierno ha pactado con el imperialismo. Los prestamos del BID y el Banco Mundial vienen con un paquete antiobrero y antipopular. Volver a la movilización contra la toma de utilidades de las empresas públicas, el manoseo del dinero de la jubilación para reemplazar su administración estatal por el control obrero, aumento salarial de acuerdo a una digna canasta familiar, reincorporación inmediata de los despedidos, empleo para todos con la escala móvil de horas de trabajo, rumbo a la expulsión del imperialismo que sigue chupando la economía del país, respeto y acceso a la tierra, producción y mercado de pequeños productores agrarios, liberación de los presos políticos de clase trabajadora, rumbo a un verdadero gobierno obrero, campesino, originario y popular.

La COB está llamada a liberarse de la política de capitulación al gobierno y unificar las luchas.

Es urgente seguir bregando por la realización del Congreso de la COB para elaborar el plan de lucha contra la política hambreadora del gobierno. En el XXXIII Congreso de la FSTMB que está próximo se debe dar el primer paso, romper con el gobierno pro imperialista de Arce y preparar la lucha rumbo a el verdadero gobierno de las y los trabajadores, con el plan económico obrero y popular.

Diciembre de 2022

 

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