Nacional 2024

El frente popular, el desvío electoral, la agudización de la protesta y la crisis de dirección revolucionaria

Juan Jose


Febrero 2024

El presente documento se basa en las elaboraciones políticas presentadas en el documento titulado “el Frente Popular Proimperialista y la agudización de la lucha de clases”. Da continuidad al mismo. En aquel están presentes las caracterizaciones fundamentales y sus respectivas explicaciones en relación al tipo de gobierno frente populista proimperialista, la caída de Evo y el débil gobierno de Áñez, la posibilidad latente de que la COB tome el poder político, salida obrera por la que  nuestro partido, MST, luchó en la práctica revolucionaria, el contexto del falso peligro de golpe, la derrota de la oposición parlamentaria al MAS, entre otras que buscan aportar en la construcción de la dirección revolucionaria nacional e internacional.

Puede leer el documento citado aquí: https://www.mstbolivia.org/bolivia-el-frente-popular-proimperialista-y-la-agudizacion-de-la-lucha-de-clases.html

1.- Etapa Revolucionaria, reflujos y Ajuste Proimperialista

El país continúa en una etapa revolucionaria contenida por el frente popular, que se caracteriza por el ajuste económico proimperialista del gobierno y la respuesta activa de las masas.

La ofensiva económica se traduce en los acuerdos tácitos del Frente Popular de Arce con el Fondo Monetario Internacional bajo el cariz de una supuesta colaboración del órgano imperialista frente a la caída alarmante de las reservas internacionales y la falta de divisas en el país. En el último período, Arce recurrió a los 300 millones de dólares de las DEG del FMI. En una evaluación de 2022, la financiera imperialista “recomendó” a Bolivia promover aún más la explotación de minerales, especialmente del oro y litio, así como la exploración de hidrocarburos, modificando la normativa nacional para ofertar mejores condiciones a sectores privados que además tengan impacto en la producción agrícola. Es decir, remarcó sus condiciones de dominio imperialista centrado en el saqueo de las materias primas.

Esta situación explica la entrega del oro a las empresas privadas, la desesperada búsqueda de un acuerdo transnacional para entregar el litio, el saqueo de los hidrocarburos que comienza a escasear afectando el mercado interno, la ampliación criminal de la frontera agrícola y la exploración de materias primas en áreas protegidas, destruyendo parques nacionales, territorios indígenas y la Amazonía. Áreas que en el año 2023 han sido brutalmente presa de incendios forestales no naturales, provocados.  La presión es ejercida al mismo tiempo por el Banco Mundial que opera en el país a través de la CAF.

Sepa más sobre los incendios provocados: https://www.mstbolivia.org/ante-el-incendio-en-areas-protegidas-declaracion-de-desastre-nacional-ya.html

La situación económica se ve agravada por la entrega de materias primas en la época del auge del precio de éstas, correspondiente a los 14 años de gobierno de Evo Morales, en donde el Frente Popular, para evitar que la revolución se profundice, llamó nacionalización a un cambio de contratos con las empresas imperialistas que estaban a punto de ser expulsadas del país. Evo las salvó firmando nuevos contratos donde las privadas dejarían caer unas cuántas migajas más como “impuestos” en favor del aparato estatal. A cambio, las transnacionales mantendrían su dominio en el país. Ese “impuesto” fue una migaja que finalmente se acabó, porque la verdadera riqueza de esas materias primas se las llevaron las empresas imperialistas gracias a Evo, y ahora, están repitiendo el plato con Arce. La preocupación del gobierno es encontrar y extraer más materias primas para satisfacer al imperialismo, la burguesía y la oligarquía, so pretexto de conseguir más ingresos para el Estado, que no es más que una forma de encubrir el saqueo de las riquezas del país. La campaña de industrialización no es más que una farsa para ir a las elecciones de 2025. Todos los estudios indican que los recursos se agotaron. Ante la economía en crisis, Arce recurre a endeudar más al país sometiéndose a las imperialistas.

La crisis económica golpea duramente a las familias trabajadoras. El desempleo e inestabilidad laboral se imponen dejando a más del 85 % de la población trabajadora sin seguridad social buscando el sustento en la total precariedad. El sector proletario que ha logrado un trabajo, se atiene a un promedio de salarios de hambre que no cubren una digna canasta familiar. El incremento irrisorio del 3% al haber básico y 5% al mínimo del año pasado fue una migaja insultante. La jubilación obligatoria que promueve el MAS con rentas miserables es consecuencia de su política entreguista. La salud pública en crisis total con hospitales colapsados, sin mayor infraestructura ni insumos, situación que obliga a la población a pasar enfermedades sin atención oportuna y en total desprotección. La educación pública por los suelos donde el gobierno rechaza implementar un presupuesto digno.

Este ajuste económico, lejos de obtener pasividad social, es causa de la protesta de las masas que se movilizan por sectores. Trabajadores de Salud, Educación, Fabriles, mineros, salen a marchar prácticamente relevándose las calles, es decir, al tiempo que termina la protesta de un sector, de inmediato entra otro. Aún falta llegar a la centralización de las luchas, pero el terreno está preparado para el enfrentamiento. De ahí la compra de dirigentes es una política central del gobierno. La directiva de la COB es el ejemplo más representativo de esta subordinación al Frente Popular Proimperialista.

Pero no está descartado que la base, como ya ha sucedido en principales momentos históricos del país, rebase a su dirección. La etapa es revolucionaria por esa lucha latente que no ha sido aplastada, solo desviada y contenida. Dentro de esa etapa existen reflujos, como el hecho de la dispersión de las luchas por la traición de las direcciones. Mas ello no significa el cierre de la misma, y existe una tendencia a que la lucha se agudice nuevamente.

2.- Reacción democrática

El gobierno del MAS, consciente de que la protesta de las masas tiende a crecer, encabeza el desvío del ascenso revolucionario con la política electoral. La campaña con miras a las elecciones presidenciales de 2025 comenzó de manera adelantada desde el año pasado, y ahora se profundiza, proyectando desviar las luchas a la trampa de las urnas.

En este terreno, también se perfilan las elecciones judiciales en septiembre y las elecciones primarias para definir a los candidatos presidenciales en diciembre. Todos los partidos burgueses están de acuerdo en esta política, con pequeñas diferencias de observaciones al procedimiento. A esta política se suma la realización del censo a finales de marzo, con el objetivo de consolidar la distribución amañada de escaños parlamentarios.

Esta estrategia para contener a las masas toma mayor relevancia en este período, pero no deja atrás la campaña anterior referida al argumento del peligro de Golpe de Estado, usado para desmovilizar, cuando no existía ese peligro, especialmente porque la oposición llamada de derecha, Camacho, Mesa y Compañía, demostraron su profunda debilidad con el gobierno raquítico de Áñez, el cual fue derrotado por la movilización de masas y auxiliado por la política conciliadora y electoralista del MAS en 2020.

Para mantener el argumento del peligro de golpe, el gobierno inició una persecución a los raquíticos representantes de oposición, terminando por encarcelar a Áñez y Camacho. El dominio del MAS dentro de los partidos burgueses es evidente y es el que encabeza la política de ajuste proimperialista y la agenda electoral contra el proceso revolucionario.

3.- CRISIS Y REESTRUCTURACIÓN DEL MAS

No hay que perder de vista que el MAS viene de una profunda crisis producida por un ascenso revolucionario de masas y no por un golpe militar burocrático de la burguesía como afirman analistas y partidos frentepopulistas. La movilización debilitó al extremo las instituciones estatales gobernadas por Evo, incluyendo las represivas, el MAS que administró el Estado Burgués por 14 años se resquebrajó. Una comisión de senadores y diputados del MAS junto a opositores se reunió de emergencia con la iglesia luego de que Evo Morales huyera del país. En aquella reunión se acordó la sucesión de Áñez. La COB que pidió la renuncia de Evo estaba por todos lados conminada por las masas a convocar a la huelga general para derrocar al nuevo gobierno. Hoy, esa situación es reconocida hasta por dirigentes campesinos del ala evista, como Humberto Claros.  En 2019, la COB estaba llamada por la historia a organizar la lucha, el problema del poder para la clase trabajadora estuvo planteado, pero la dirigencia obrera traidora ligada al MAS, en reunión expresa con el nuevo gobierno, otorgó una tregua oficial con el argumento de convocar a elecciones, desmovilizando a las masas. De esta manera, el parlamento y el poder judicial dominado por el MAS cogobernó con Áñez durante un año.

Sin embargo, tras ocho meses de cogobierno, nuevamente se planteó el problema del poder para la COB con la Huelga General de agosto de 2020. Se demostró que Áñez solo se mantenía en pie por la tregua del ente matriz de los trabajadores. El gobierno se derrumbaba.  Nuevamente, la dirección traicionó la lucha desviándola a la trampa electoral. El cogobierno del MAS y Áñez organizó las elecciones de 2020 devolviendo el ejecutivo al partido azul.

En síntesis, la crisis del MAS proviene de un proceso revolucionario en el que el problema del poder de la COB estuvo planteado, pero su reestructuración proviene de un proceso reaccionario, del acuerdo con el imperialismo y los principales partidos burgueses que se unieron para contener el fuego del ascenso revolucionario.     

4.- DIVISIÓN POR CANDIDATURAS

La pelea interna del MAS se da en torno a las candidaturas para las elecciones 2025. Se busca tener el control de la administración estatal. No se da por diferencias programáticas de fondo. De hecho, los dos son serviles al Banco Mundial y están de acuerdo en mantener a las transnacionales en el país llamando a la inversión de las grandes corporaciones globales, entre otras medidas proimperialistas. La diferencia entre ellos es que Evo quiere retornar al poder ejecutivo, Arce se proyecta para su propia reelección, no tienen acuerdo en esto.

El preludio de la pelea se dio en los congresos departamentales del partido, donde arcistas y evistas interrumpían sus propios eventos a golpes, sillazos y puñaladas. La división llegó a la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) que, en su último congreso, pelea campal de por medio, surgieron direcciones divididas. La oficial servil a Arce y la paralela, servil a Evo.

El Congreso nacional del MAS de octubre de 2023 organizado por el evismo, demostró una fuerza campesina regional focalizada en el Chapare, definió la “autoexpulsión” del presidente Arce y el vice Choquehuanca; asimismo aprobó la candidatura única de Evo Morales. No contó con la participación de la dirigencia de la COB, CSUTCB oficial, Bartolina Sisa, entre otros sindicatos importantes que antes les apoyaban.

Arce hizo una maniobra jurídica y a través del Tribunal Supremo Electoral desconoció el Congreso del MAS y todas sus resoluciones, conminando al partido que dirige Evo Morales a realizar un nuevo congreso.

Las dos facciones se acusan entre sí: los arcistas enfatizan en denunciar la angurria de poder de Evo y su ligazón con el narcotráfico, mientras que los evistas se centran en la corrupción e incapacidad de Arce para dirigir la economía del país, argumentando también que serían los arcistas los que tienen vínculos con el narcotráfico.

El ministro de gobierno, al responder al evismo, se enfocó en una propaganda contra el narcotráfico en el Chapare y zonas adyacentes. Esto provocó que los cocaleros del trópico de Cochabamba cierren aún más sus filas a favor de Evo.

El evismo amenazó con bloquear el país desde que perdió en el Congreso de la CSUTCB, pero sus reivindicaciones fueron tan mezquinas que no lograron el apoyo nacional. La convocatoria de bloqueo evista anunciada para agosto de 2023 fue suspendida demostrando su debilidad.

Arce aprovechó esto para realizar una nueva maniobra jurídica. El poder judicial determinó que la re reelección no es un derecho humano como argumentaba Evo. Los magistrados del órgano judicial interpretaron la constitución política definiendo que presidentes que han sido reelectos una vez, no pueden volver a postular, dando un duro revés a la candidatura de su adversario.

Pero los magistrados realizaron la maniobra cuando su mandato había fenecido, pues se tenía que convocar a elecciones judiciales para una nueva gestión como señala la ley actual. Los magistrados autoprorrogaron su mandato. Los evistas llamaron a esto “un golpe judicial” y convocaron al bloqueo por la candidatura de su líder disfrazando esa reivindicación con consignas de “renovación de la justicia” y “elecciones judiciales” que tuvieron pegada en el campesinado de zonas cercanas.  El evismo, que también es parte del gobierno, evalúa que en elecciones judiciales entrarán nuevamente sus magistrados y estos se encargarán de quitar los obstáculos legales a su candidatura.

5.- BLOQUEOS ANTIOBREROS Y ANTIPOPULARES

El MAS gobierna el aparato estatal. Cuando bloquea el evismo, una parte del Estado Burgués está bloqueando. Esa parte estatal tiene una base social campesina, principalmente los cocaleros del trópico de Cochabamba que están dirigidos por los terratenientes del MAS liderados por Evo Morales. Los bloqueos en reivindicación de la candidatura de Evo no van contra el imperialismo, sino en defensa de un ala proimperialista que está en el gobierno. De ahí que la clase obrera en su conjunto no apoyó el bloqueo evista. La COB no estuvo presente, y no nos referimos solo a su burocracia arcista, sino a las bases obreras. Los mineros no apoyaron. Salud, Magisterio, así como sectores populares de gremiales y transportistas estaban directamente en contra.

No era para menos, pues el bloqueo de dos semanas por una candidatura proimperialista perjudicó la entrada de alimentos a las principales ciudades del país, encareciendo la vida más de lo que ya está encarecida con el ajuste económico de Arce. Si el combustible escaseaba en el mercado interno por el saqueo de años de los hidrocarburos, con los bloqueos empeoró la situación. El Estado bloqueaba al pueblo trabajador. Precisamente por eso la policía no realizó el desbloqueo ni la represión que suele hacer brutalmente contra el magisterio urbano o el proletariado opositor al gobierno.

Por su apoyo a un ala proimperialista, los campesinos del Chapare se aislaron de los trabajadores de la ciudad. No lograron aglutinar a todos los cocaleros, ADEPCOCA no se sumó, era imposible que sucediera pues los evistas siempre reprimieron a los pequeños productores de los yungas. No es lo mismo una movilización campesina por defensa de la tierra, salud, educación contra los planes proimperialitas, que una movilización del campo en favor de una candidatura de la burguesía frente populista.

Mientras los bloqueos evistas se desarrollaban, las dos alas del MAS junto a los partidos de Mesa y Camacho aprobaron en la cámara de diputados el proyecto de ley de Jubilación obligatoria, un golpe contra el proletariado que está condenado a recibir rentas miserables de vejez. Los bloqueos y decisiones de las dos alas del gobierno resultan antiobreras y antipopulares.

6.- OPOSICIÓN

La oposición importante y más fuerte es la del ala evista que es parte del partido de gobierno. Los demás partidos burgueses, Camacho y Mesa, se enmarcan en una colaboración parlamentaria con el MAS, aprobando leyes unas veces a favor del ala evista, otras de los arcistas, o colaborando todos juntos contra la clase obrera, como el caso del proyecto de ley 035 de jubilación forzosa. No existe una figura opositora creciente, sino, todo lo contrario, sus representantes están venidos a menos.

Esto se debe a que el ascenso revolucionario que puso en crisis al MAS al derrocar a Evo, también los puso en crisis a ellos. Su gobierno Añista fue tan débil y acechado por la movilización de masas y la huelga de la COB que solo pudo mantenerse en pie por la colaboración de las direcciones sindicales a la cabeza de la COB y el cogobierno del MAS que dominaba el parlamento y poder judicial. Esta oposición, para congraciarse con el imperialismo con el fin de detener el ascenso revolucionario boliviano, colaboró en la reestructuración del MAS cogobernando con este partido en todo el período de Áñez y organizó las elecciones que reestructurarían a ese partido en el poder ejecutivo. Si bien sus representantes políticos querían desplazar al MAS para ser ellos los que administren el Estado Burgués directamente, la situación les obligó a hacer causa común con el MAS porque la revolución amenazaba a todo el sistema de conjunto.

Parte de la reestructuración del MAS fue mantener el discurso de que fue un Golpe de Estado el que derrocó a Evo y no una revolución que quedó inconclusa. Con esto se sacrificó a un peón que otrora les había ayudado a reestructurarse, de esta manera se encarceló a Áñez y Camacho como medidas de agitación contra la latente movilización de masas ante el ajuste proimperialista de Arce, propagandeando en todo momento que otro golpe de Estado estaría cerca, material político para que las direcciones sindicales controlen las ansias de movilización de las bases y se deje de cuestionar a los dirigentes como Huarachi de la COB.

Con líderes de oposición encarcelados se debilitaron aún más sus partidos. La preeminencia del MAS es innegable. La gobernación de Santa Cruz, centro de operaciones de Camacho, quedó descabezada y recientemente la autoridad fue reemplazada por una sucesión conciliadora con un perfil de mayor conciliación a favor del gobierno.

7.- LA CRISIS DE DIRECCIÓN REVOLUCIONARIA

La crisis de dirección revolucionaria se vio con crudeza en la caída de Evo, cuando la dirección de la COB se negó a luchar por un gobierno obrero y campesino, y reiteró esa política al negarse a derrocar a Áñez vía huelga general. Tras la política proimperialista contra la revolución se dio la colaboración de los partidos burgueses en pro de reestructurar al MAS vía cogobierno con Áñez y la trampa electoral. De esta manera, las direcciones del movimiento de masas siguen en manos del frente popular. Incluso, las peleas provienen de los dos bandos del mismo frente popular. Esa es la debilidad del proceso actual. No se perfila una nueva dirección aún. Las alternativas son Arcistas o evistas. Esa situación es un producto del relativo reflujo dentro de la etapa revolucionaria. Las dos alas se disputan las direcciones de los sindicatos tal como sucedió en la CSUTCB, petroleros de YPFB, entre otros. El sindicato principal, potencial doble poder en la historia de Bolivia, la COB, tiene una dirección arcista.

En el proceso revolucionario previo a la caída de Evo Morales, entre los años 2017 y 2018, se dio la unidad Obrero Campesino Estudiantil entre la COB, ADEPCOCA y la UMSA, política impulsada por nuestro partido que codirigió las protestas de la alianza con el CEN de la COB, las mismas culminaron en la primera gran victoria de la movilización de masas contra el proyecto dictatorial de Morales echando abajo el código penal que pretendía sancionar la protesta social. Sin embargo, hoy, por las traiciones a la revolución y el proceso reaccionario que reestructuró al MAS, esas mismas organizaciones están en manos de dirigencias pro gubernamentales.

Por otro lado, uno de los sectores más combativos de las ciudades, el Magisterio Urbano, tiene como dirección al Partido Obrero Revolucionario (POR) en La Paz, Sucre y Cochabamba. Dirige también la Central Obrera Regional de Chuquisaca y la Federación Nacional de Seguridad Social. Esta dirección tiene la posibilidad de crecer, de plantearse como alternativa nacional en la palestra electoral, y lo más importante, disputar el programa trotskista en el interior de la COB. Sin embargo, su dirección política en los momentos clave del ascenso revolucionario negó en todo momento la posibilidad de luchar por el poder de la clase trabajadora argumentando que “las condiciones no están maduras”. En la caída de Evo Morales, en lugar de trabajar sobre la COB y emplazar a su dirección, formó parte de la directiva de los comités cívicos del Sur, órganos policlasistas, que finalmente capitularon al gobierno de Áñez. Además, rechaza el parlamentarismo revolucionario para Bolivia, argumentando que “las masas ya superaron la ilusión falsa de la democracia burguesa”, dejando así un valioso espacio de lucha como la palestra electoral. En el último período, durante el gobierno de Arce, tuvieron un cambio importante de política y, como sucedió temporalmente en el 2018 en la Alianza COB – ADEPCOCA – UMSA, retornaron a participar en los ampliados de la COB. Este cambio es fundamental. Alentamos la unidad para luchar al interior de la COB para recuperarla de las manos traidoras de la burocracia vendida al gobierno.

Otras direcciones de trabajadores se desarrollan en la Federación de Gremiales, trabajadores de salud del SIRMES, Jubilados, entre otros enmarcados en luchas sectoriales. Son vanguardia de las luchas. Es necesario la recuperación de la COB a la independencia de clase y un rebase de las bases a las direcciones traidoras para librar una lucha centralizada, conjunta, y un debate político abierto por el poder de los trabajadores.

Por último, las agrupaciones trotskistas extremadamente pequeñas que provienen de organizaciones internacionales del Frente de Izquierda Y de los Trabajadores – Unidad (FIT-U) de Argentina, tienen una política de capitulación al Frente Popular en el país. Asumieron toda la política estratégica del MAS para Bolivia, negaron el proceso revolucionario, agitaron constantemente el “peligro de golpe de Estado” y salieron en defensa de Evo Morales, poniéndose en contra de luchar por el gobierno de la COB, tildando a su vez de “golpistas de derecha” a quienes emplazamos a la dirección de la COB a que organice la Huelga General y tome el poder en 2019 y 2020. Esta política reaccionaria que en realidad fue dictaminada por un partido de masas como el MAS, los colocó como pequeñas filiales del Frente popular. Toda la crítica que publican al MAS se reveló como matices que no afectan a la línea central frente populista, pues la comparten. Esto es reflejo de la crisis del trotskismo. Se debe a que sus principales organizaciones internacionales con puestos parlamentarios, no han logrado superar el peligro de la adaptación al sistema democrático colonial y han sido absorbidas al Estado Burgués del que provienen.

Nuestro Partido, MST, si bien se distinguió por la línea de unificar a la COB – ADEPCOCA – UMSA para la alianza obrera, campesina y estudiantil de 2018, y develar el proceso revolucionario boliviano de 2019 y 2020 en el marco de la lucha central por el Gobierno de la COB, aún es una organización muy pequeña. Mientras todos los partidos burgueses junto a la izquierda reformista hacían causa común con el MAS, nosotros librábamos la batalla por el gobierno obrero y campesino de la COB con fuerzas desiguales. Nos postulamos como una semilla en la construcción de la dirección revolucionaria de la clase trabajadora,

La construcción de la dirección revolucionaria con influencia de masas es una tarea por resolver en Bolivia y que se debe asumir con valentía y confianza en el futuro.

 

7.- POLÍTICA

Esto no significa que, por la falta de una dirección revolucionaria ya formada y madura, no esté latente el ascenso revolucionario. Sino que este ascenso se produce a contramano del desarrollo de dicha dirección de masas. Es parte de una contradicción histórica, del desarrollo dialéctico de la revolución enfrentada a la contrarrevolución.

La crisis económica y el ajuste proimperialista del frente popular alimentan el fuego de la movilización, de la etapa revolucionaria. Las bases en momentos álgidos de la historia revolucionaria han rebasado a sus direcciones, derrocaron gobiernos, plantearon el problema del poder, pero no pudieron resolver la toma del poder por sí solas. Ante la falta de la dirigencia revolucionaria, la dirección traidora se impone y suele recomponerse para reconstruir el Estado Burgués. Así sucedió con el MAS. Por este problema histórico es que el MAS sigue en el gobierno, por esto mismo no se puede descartar un posible retorno de Evo al poder ejecutivo. Pero de ninguna manera se debe sacar la conclusión errada de que porque no existe la dirección revolucionaria no hay proceso revolucionario. Asumir una postura de este tipo conlleva a capitular al frente popular.

El MAS pretende desviar la movilización de masas y hacer pasar el ajuste proimperialista con la trampa electoral. Pero los ataques contra las condiciones de vida de los trabajadores no se detienen. Se perfila una lucha contra la jubilación forzosa, que cuestiona a su vez las rentas miserables que se reciben de ella. Salud y Magisterio en constante protesta por la precariedad de los hospitales y la situación deplorable de la educación. Los fabriles contra los despidos y por derechos laborales. Las luchas existen. Es necesario bregar por su centralización en un solo pliego. Impulsarla contra el ajuste económico que el gobierno ha pactado con el imperialismo, enmarcado en la lucha del poder de los trabajadores.

Exigir a los sindicatos y la COB preparar la movilización contra la jubilación obligatoria, retornar como mínimo al sistema de reparto para jubilarse con el 100% del salario, reemplazar la administración estatal burguesa de las pensiones por el control obrero, aumento salarial de acuerdo a una digna canasta familiar con escala móvil de acuerdo a la inflación, reincorporación inmediata de los despedidos, empleo para todos con la escala móvil de horas de trabajo, recuperación de la autonomía universitaria para forjar los lazos del estudiantado con el pueblo trabajador, por la expulsión del imperialismo que sigue dañando la economía del país, verdadera nacionalización de los recursos naturales y no solo un cambio de contratos con las transnacionales, liberación de los presos políticos de clase trabajadora, expropiación del latifundio, respeto y acceso a la tierra, producción y mercado de pequeños productores agrarios en la perspectiva de un verdadero gobierno obrero, campesino, originario y popular.

La recuperación de la independencia de clase de los sindicatos y la COB es una tarea central para liberarlos de las cadenas que le ha puesto el gobierno a través de las dirigencias traidoras. Retomar la construcción del instrumento político de la COB es fundamental en la discusión obrera por el propio gobierno de los trabajadores. Es urgente seguir bregando por la realización del Congreso de la COB para desarrollar estos objetivos a través del debate democrático con las bases.

Llamamos a la vanguardia obrera y estudiantil inmersa en este proceso revolucionario a luchar juntos para construir la dirección revolucionaria del proletariado con miras a un futuro verdaderamente socialista.

La Paz, febrero 2024

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