DESGASTE DEL GOBIERNO Y REPUNTE DE LA DERECHA
LOS TRABAJADORES DEBEMOS LUCHAR POR LA INDEPENDENCIA DE CLASE Y POR LAS DEMANDAS POSTERGADAS
LOS RESULTADOS
Los resultados oficiales muestran que el Gobierno pierde la gobernación y la alcaldía de La Paz, las alcaldías de El Alto, Cochabamba, Oruro, Cobija , Trinidad, y Tarija. Sólo gana la gobernación de Cochabamba, de Oruro y de Potosí, también la alcaldía de Potosí y recupera la alcaldía de Sucre. Quedan para definirse en segunda vuelta las gobernaciones de Chuquisaca, Beni y Tarija, departamentos donde tiene posibilidades de perder. Los departamentos donde el Gobierno perdió fueron ganados por la oposición de derecha los llamados demócratas y de centro derecha SOL.bo (LA Paz). La derecha también se alzó con triunfos claves en Santa Cruz tanto a nivel de gobernador como de alcaldía. Lo más significativo fue la derrota del MAS en la gobernación de La Paz, la alcaldía de Cochabamba y, sobre todo, la alcaldía de El Alto, su bastión más fuerte y epicentro de la insurrección de octubre de 2003, a manos esta última de la derecha representada por de Unidad Nacional, Y también no deja de ser significativo la victoria por vez primera del MNR, en la alcaldía de Trinidad.
POR QUÉ ESTOS RESULTADOS
La derrota del Gobierno en importantes departamentos se explica por varios factores entre los que destacan: la elección arbitraria a dedazo de varios de sus candidatos que motivó rupturas y distanciamientos en sus propias filas como lo ocurrido en Chuquisaca y Tarija. Las abusivas in habilitaciones cometidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) controlado por el Gobierno, contra candidatos disidentes del MAS como Rebeca Delgado en Cochabamba, Maldonado en Potosí y Tupac en Santa Cruz, así como la procedida contra el candidato de la derecha Ernesto Suárez en el Beni, procedimientos que concitaron el rechazo de gruesos sectores. El hecho de que el TSE jugara a favor del Gobierno desde ya le dio al proceso electoral su carácter fraudulento. Pero no menos importante influyeron en su contra la denuncias y sospechas de corrupción que salpicaron a sus principales candidatos en La Paz y el Alto, así como las negativas gestiones en varios de las gobernaciones y alcaldías. A los que hay que añadir la soberbia y las amenazas del Presidente señalando que no trabajaría con la oposición si recibiera el voto mayoritario de la población lo que resultó un bumerang, etc.
DERROTA DEL GOBIERNO NO SÓLO DE SUS CANDIDATOS
No se trata como el Gobierno busca aparentar que estaríamos sólo ante derrotas de sus candidatos locales por malas gestiones o corrupción, sino de la derrota del Gobierno en su conjunto. Porque la gestiones de sus alcaldes y gobernadores no han sido aisladas, sino controladas y ayudadas desde la presidencia, y porque la corrupción no es sólo local sino como se sabe viene desde atrás y alcanza a las más altas esferas del Gobierno.
Por razones como éstas ya en la elecciones nacionales de octubre pasado el Gobierno había retrocedido en occidente. Ganó esas elecciones con maniobras electoralistas empezando por el manejo del Tribunal Supremo Electoral a su favor, algunas obras e iniciativas de impacto como el teleférico, el G77, el doble aguinaldo, la compra corrupta de la burocracia de la COB, etc. Todo ello con el dinero proveniente de una situación económica favorable por los nuevos contratos con las petroleras y los altos precios de las materias primas. Medidas éstas que ocultaron la verdadera faz del Gobierno, pero que salieron al superficie en las elecciones subnacionales del pasado marzo. Las ganó a su vez porque tenía al frente una derecha disminuida si constituir una alternativa creíble al MAS, lo que no ocurrió a nivel de las candidaturas locales y departamentales donde tenía alternativas expectantes.
HAY UN PROCESO DE DESGASTE
Lo que ocurre en realidad es que hay un proceso de desgaste del Gobierno que viene desde su giro a la derecha que empieza el 2008 cuando a pesar de que las masas derrotaron la insurrección de la «Media Luna», pactó con la derecha haciéndole decisivas concesiones como la autonomía, el respeto a la propiedad oligárquica, etc., que quedaron establecidas en la Nueva Constitución Política del Estado. De ahí en adelante pasó a gobernar abiertamente a favor de la oligarquía, las petroleras transnacionales, la banca, la burguesía minera y en general directamente a favor de la patronal, sin dejar de hacer retorica y demagogia «antiimperialista, anticapitalista» y hasta «socialista». En contraste, para calmar los ánimos, sólo destinó migajas como los llamados bonos a sectores populares, pasando a atacar a la clase trabajadora con salarios miserables por debajo de la inflación real, a importantes sectores indígenas como el TIPNIS y al CONOMAQ, etc. Proceso de derechización que se complementó con la incorporación cada vez sin escrúpulo de sectores y personalidades de la derecha tradicional a sus filas que empezó con la Juventud cruceñista. Política que produjo disidencias importantes y distanciamientos de amplios sectores medios e incluso de las bases de la COB que amenazó con el Instrumento Político que después fue traicionado por la burocracia.
Todo esto bajo el amparo de un régimen autoritario que somete a todos los órganos de poder y en particular el Judicial, régimen que engendró la corrupción a todos los niveles, destacándose la dilapidación de fondos por parte de los burócratas sindicales y la extorsión Judicial que reventó en los conocidos años recientes, entre otros muchos hechos.
Sin embargo, esto fue tapado en octubre con las maniobras que señalamos líneas arriba y apelando a las cifras macroeconómicas de cómo estábamos en 2005 y cómo estamos ahora. Pero, como queda dicho, en las elecciones subnacionales, a pesar de las maniobras, este proceso se reveló parcialmente.
No obstante, el desgaste es sólo relativo , no quiere decir que el Gobierno cae en picada ni que se ubica en el abismo. Tiene aún un importante apoyo como lo demuestra la votación a nivel de concejales y asambleístas, incluso ahí donde ha perdido, lo que constituye un cierto contrapeso a la pérdida de gobernaciones y alcaldías.
LA DERECHA
Aunque la derecha levanta cabeza, también se trata de un triunfo relativo. No quiere decir que ya se ha constituido en una alternativa de recambio ni nada por el estilo. La derecha se mantiene dividida y no tiene liderazgo nacional como se mostró en las elecciones nacionales y pese a triunfos locales esa situación aún persiste. Por otra parte, la patronal en su conjunto empezando por la oligarquía cruceña. la banca etc., no tiene motivos para cambiar a Evo Morales ya que bajo su Gobierno están ganando mucho más que el 2005.
PERSPECTIVAS
El proceso en su conjunto muestra un giro hacia la derecha, tanto porque el propio Gobierno lo efectiviza, como porque los partidos derechistas recuperan algo de terreno. En este cuadro las dificultades económicas que empiezan a surgir debido al agotamiento del auge de las materias primas, harán que el Gobierno realice reajustes presupuestarios que afectaran a diversos sectores, en particular reajustes que restringirán las necesarias demandas de los trabajadores, lo que plantea retomar los enfrentamientos en adelante.
LUCHAR POR LA INDEPENDENCIA DE CLASE Y LAS DEMANDAS
Ante esta situación los trabajadores en vez de apoyar al Gobierno estamos en la necesidad de luchar por la independencia de clase y pelear por la demandas restringidas o postergadas. Esta es una tarea central que implica impulsar desde la base la lucha por la expulsión de la burocracia corrupta de Trujillo, Montes y compañía. Lo que implica a su vez la lucha por construir una nueva dirección que sea clasista y de combate.
Con este gobierno lo que vamos a tener es más política de hambre y represión. Después de 10 años de gestión quedan en pie la necesidad de la nacionalización sin indemnización de los recursos naturales como el gas, la minería, etc. expulsando a las transnacionales, la expropiación de la oligarquía latifundista, la nacionalización de la banca, etc., todo bajo control de la base trabajadora y no de la burocracia corrupta. Es necesario pelear por abrir la perspectiva de una solución de fondo a la situación del país, es decir una salida de clase obrera, campesina, originaria y socialista.
CONSTRUIR UNA DIRECCIÓN POLÍTICA REVOLUCIONARIA.
Para esta finalidad es preciso construir, al fragor de la lucha cotidiana, la dirección política revolucionaria que conduzca esta salida y esta solución. El Movimiento Socialista de los Trabajadores es un embrión de esa dirección y convoca a la vanguardia trabajadora y juvenil así como a los sectores clasistas que dejen de confiar en el Gobierno a converger en el objetivo de construir esa dirección.
La Paz 8 de Abril de 2015
