Situación Nacional – Marzo 2023
1.- ETAPA REVOLUCIONARIA CONTENIDA POR EL FRENTE POPULAR.
El país se encuentra en una etapa revolucionaria contenida por el frente popular. Luego de la situación revolucionaria que derrocó a Evo Morales, se derrotó su proyecto dictatorial, pero no se avanzó a la toma del poder debido a la traición de las direcciones, principalmente de la COB, por ello ascendió Áñez al poder formando un gobierno kerenskista sostenido por el acuerdo de los sindicatos a la cabeza de la COB.
Áñez claramente no podía gobernar por el acecho de las movilizaciones, la COB bien podía derrocarla, especialmente en la Huelga General de agosto de 2021, pero la burocracia impuso la línea del MAS de sostenerla como gobierno transitorio hasta las elecciones. Por la vía de reacción democrática, el MAS recuperó el Poder Ejecutivo, pues el legislativo y judicial siempre estuvo en sus manos. El desvío electoral de la revolución dio como fruto el gobierno de Frente Popular de Luis Arce, quien encabezó la lista del MAS ante el rechazo de la mayoría de las masas a Evo Morales.
En esta etapa revolucionaria, el frente popular se ha mostrado capaz de sostener los negocios de la burguesía y el imperialismo usando un discurso de izquierda con la colaboración directa de las direcciones sindicales del campo y la ciudad, principalmente de la COB.
Con el discurso de que en Bolivia se vivió un Golpe de estado contra Evo Morales y que otro estaría próximo, contiene la movilización de masas, junto a reformas insignificantes que ni siquiera tienen un carácter nacionalista real. La importancia de la inserción del MAS en el movimiento campesino y en la COB tomando el control de la dirigencia es base de su fortaleza.
Con el frente popular se tuvo un reflujo en la movilización de masas, que tendía a unificarse y centralizarse, para pasar a dividirse en protestas sectoriales. Pero de ninguna manera se ha derrotado el proceso de conjunto, ni mucho menos hubo un aplastamiento físico de la clase trabajadora. La etapa revolucionaria continúa con flujos y reflujos. Al momento de escribir este documento, el magisterio urbano nacional libra una masiva batalla contra el gobierno por mayor presupuesto para educación pública. Es parte de la etapa que se vive en el país.
2.- FRENTE POPULAR PROIMPERIALISTA CON RASGOS BONAPARTISTAS
El frente popular no es nacionalista ni antiimperialista. No se ha expulsado al imperialismo, sino que se gobierna con él, a pesar que en el discurso de izquierda se diga lo contrario, las empresas imperialistas continúan saqueando los recursos naturales del país. Por consiguiente, tampoco hubo nacionalización de los recursos, pues esto implica la expulsión de las empresas imperialistas. El frente popular mantiene los negocios de las transnacionales de hidrocarburos en Bolivia, siendo fieles sirvientes de British Gas, Repsol, Total, Gazprom, o las transnacionales de la soya como Cargill, al igual que en la minería con la Sumitomo. Ahora piensa entregar el Litio que fue recuperado por la movilización del pueblo potosino contra Evo Morales, pero que en los proyectos del nuevo gobierno se pretende entregar el mineral a una empresa transnacional cuando la movilización disminuya.
Esto convierte al Frente Popular en proimperialista. Donde el nacionalismo y las frases de izquierda quedan en el discurso y las medidas reformistas son extremadamente mínimas y tibias, siempre dentro de los marcos del dominio imperialista. Mantiene su control en las masas con el discurso político con fraseología de izquierda de que se debe aguantar la crisis porque si no se viene un Golpe de Estado contra la clase trabajadora. Para ello tergiversa el significado de la caída de Evo Morales y usa el desastroso gobierno de Áñez para decir que después del frente popular no hay salida para los trabajadores y trabajadoras. La aplicación de esta política es posible por su inserción en el movimiento campesino y la COB en donde tiene el control de las principales direcciones.
Por otro lado, surgen rasgos bonapartistas que se manifiestan en la persecución a líderes sindicales, especialmente al encarcelamiento de la dirigencia del sindicato cocalero más combativo de los últimos años, Adepcoca, persecución de los líderes del magisterio y del movimiento obrero que son críticos al gobierno. Así también, va perdiendo la tolerancia que tenía a la oposición cívica burguesa, comenzó a encarcelar a sus íconos como Camacho con el discurso de Golpe de Estado.
El ataque más duro es contra la clase trabajadora, pero por la etapa revolucionaria, el gobierno no ha logrado acabar con el proceso revolucionario. Por ejemplo, el magisterio logró el año pasado la libertad de sus presos políticos por masiva lucha. Esto no ha detenido nuevas persecuciones, pero lejos de imponer una derrota en las bases, las movilizaciones continúan. De ahí que las intenciones bonapartistas solo aparecen como rasgos, no puede dar un avance dictatorial al estilo Ortega o Maduro debido al temor de despertar al monstruo de la movilización conjunta de las masas. El gobierno sigue siendo de Frente Popular proimperialista, en ese marco se desarrolla su política.
3.- LA OPOSICIÓN CÍVICA DEBILITADA
La oposición burguesa de los comités cívicos del oriente ha quedado atomizada en Santa Cruz. Esta viene de una derrota propinada por la movilización de masas, pues el gobierno de Áñez fue derrotado por ellas y solo sostenido por el MAS hasta las elecciones de 2021. Ese gobierno fue de la oposición burguesa que ascendió ante la huida de los políticos masistas de Evo Morales que no querían asumir la sucesión constitucional por temor a la movilización insurreccional que tomó las ciudades en 2019. El gobierno de esta oposición burguesa fue desastroso, las masas pudieron derrocarlo en varios momentos, principalmente en agosto de 2021. Fue abiertamente transitorio, duró apenas un año por el sostén de la dirigencia traidora de la COB y el MAS.
Hay que reiterar que su ascenso al poder en 2020 no fue producto de un proceso reaccionario, sino que fue el aborto de una revolución inconclusa contra Evo, y otro aborto de una sucesión constitucional forzada por la huída de los parlamentarios del MAS acechados por las masas de la ciudad. Es decir, que no tenía un mérito ni una fuerza propia por encima de las masas, todo lo contrario, estaban débiles en el momento de asumir el mando con Áñez, y precisamente por eso su gobierno se caracterizó por ser extremadamente inestable. Los enfrentamientos y muertes en la primera semana de su gobierno tras el vacío de poder, se deben más a la política traidora del MAS y sus dirigencias que a la propia fuerza de la oposición burguesa.
Esta oposición no fue barrida gracias a la trampa electoral del MAS en contra de la revolución, de manera que consiguió escaños parlamentarios y gobernaciones, principalmente en Santa Cruz, de ahí que se mantiene en la superestructura. Su política, como no podía ser de otro modo, no cuestiona el entreguismo y proimperialismo del MAS, pues en eso está de acuerdo, sino que cuestiona los procedimientos de aplicación del ajuste económico y el hecho de que sea una casta burocrática azul la que administre el Estado y no ellos.
Si teniendo el poder ejecutivo no pudieron gobernar, sus fuerzas se redujeron a la política regional. El fracaso de su marcha por cambiar la fecha del censo así lo estableció. Por su debilidad y la derrota que le propinó el movimiento de masas, no hay peligro de golpe por parte de los cívicos.
El MAS aprovechó esta debilidad para encarcelar a Camacho y reavivar el juicio de Golpe de Estado para agitar que se puede venir otro golpe, para así confundir e intentar desmovilizar a la clase trabajadora.
4.- EL FALSO PELIGRO DE GOLPE
El gobierno de Luis Arce, acechado en 2022 por la movilización de mineros de Huanuni y Colquiri, magisterio y Adepcoca, tuvo que dar un nuevo impulso a su política de desmovilización arguyendo que se venía otro Golpe de Estado y engrandeció discursivamente la fuerza de los cívicos.
El paro cívico por cambiar la fecha del censo fue catalogado como golpista. No obstante, a estas alturas se puede comprobar que el ejército no participó en ningún momento en favor de los cívicos, sino que estuvo bajo control del gobierno, que la policía estuvo al mando del MAS de principio a fin. Trascendental fue que en todo el paro resaltó la postura del imperialismo norteamericano que a través de sus instituciones respaldó en todo momento la política del gobierno de Arce, y no solo sobre la postergación del censo, sino también de la aplicación del ajuste económico.
Con este aislamiento, consignas y debilidad no había ningún peligro de Golpe de Estado por parte de los cívicos. No correspondía a la COB desmovilizar las luchas obreras como lo hizo en Colquiri y Huanuni. Esa fue una traición de las direcciones sindicales dirigidas por el MAS.
Con esa política se salvó a la dirigencia traidora de la COB que estuvo a punto de ser barrida por los mineros que exigían el Congreso para cambiar de dirección.
En ese marco se desarrolló el encarcelamiento burocrático de Camacho, para reavivar el discurso y el juicio de Golpe de Estado.
5.- ACTITUD REVOLUCIONARIA FRENTE A CAMACHO Y LA PERSECUCIÓN DEL GOBIERNO
Camacho, al ser un representante de la oposición burguesa no merece del apoyo de los trabajadores, menos de los partidos de izquierda revolucionaria. Aunque sea un rasgo bonapartista la persecución de un político a otro que representa a la misma clase burguesa, el carácter actual del gobierno no es dictatorial, sino de frente popular. En ese marco no corresponde ninguna unidad amplia con sectores burgueses contra una supuesta dictadura por la liberación de Camacho.
La persecución que sí merece la movilización unificada de la clase trabajadora es la que el gobierno hace contra cocaleros y maestros. Hay que derrotar la política persecutoria contra líderes del proletariado y campesinado que son críticos a Arce. Por la libertad de los presos políticos de ADEPCOCA y del MAGISTERIO URBANO.
6.- ALA EVISTA VERSUS ALA ARCISTA
Las peleas internas del MAS entre el ala que apoya a Luis Arce y el ala de Evo Morales se dan por el control del partido y la administración del Estado. El ala de Evo es la más recalcitrante y es la que impulsó el giro bonapartista del 2019 (que terminó siendo derrotado). El retorno del MAS con Arce se trata de la vuelta al gobierno de Frente Popular (proimperialista).
Las peleas internas tienen la característica de la disputa de cargos, así, las peleas llegan al enfrentamiento físico en los congresos del MAS, peleas que son tradición ya en ese partido.
Hay analistas de izquierda que tratan de ver en Evo una izquierdización y en Arce una derechización, pero lo cierto es que el programa del MAS es compartido por las dos alas. Incluso, el gobierno de Evo hizo por muchos años una alianza con la Unión Juvenil Cruceñista, mientras que Arce no cuenta con aquella directamente. Pero sí los dos han aplicado la absorción de líderes derechistas a sus filas.
Ninguno realizó la nacionalización ni la expulsión del imperialismo, solo discurso de izquierda y tibias reformas para evitar que la revolución boliviana se profundice. Arce es la continuación de esa política de Frente Popular proimperialista que desarrolló primero Evo Morales. ¿qué diferencias internas? Pues la de repartición del poder. Uno administra el Estado, y el otro el partido. Evo es un típico Bonaparte del partido, y no admite repartirse el poder con Arce que administra el aparato estatal. Arce y Choquehuanca plantean la renovación para sacar del camino a los viejos administradores del MAS. Evo quiere retornar al poder total. No solo controlar al partido, sino también el Estado, por lo que no ha renunciado al proyecto bonapartista, a ser un Ortega boliviano. De ahí los enfrentamientos públicos en donde los evistas critican la gestión de Arce en todos los ámbitos.
Si bien el ala de Evo Morales está más identificada con un proyecto dictatorial, su pelea pública contra Arce se hace en los marcos de la campaña electoral anticipada rumbo a las elecciones de 2025, donde se disputa la candidatura principal que llevará el MAS a esos comicios.
Ninguna de estas alas representa una ruptura por la izquierda, sino que es parte de la degeneración del partido que ya está absorbido hasta los huesos al Estado Burgués, y que entre sus alas se disputan los cargos.
7.- LUCHAS OBRERAS
Como explicamos al principio de este documento, el país se encuentra en una etapa revolucionaria contenida por el frente popular, esta etapa tiene flujos y reflujos por la acción del gobierno y la respuesta de las masas. Precisamente, la respuesta de esta última es la que mantiene el proceso revolucionario vivo, y la acción del gobierno es la que pone los reflujos o retrocesos relativos.
En este marco, la movilización de masas no ha sido derrotada, pero sí contenida. De un proceso que iba a la centralización de las luchas, el frente popular y las direcciones traidoras han logrado sectorializarlas. Sin embargo, la lucha por sectores es incansable.
Precisamente, por la movilización de mineros y maestros el gobierno se puso en problemas y tuvo que reavivar el discurso de golpe de Estado para desmovilizar en el segundo semestre de 2022.
Sin embargo, hoy se vive una poderosa lucha del magisterio urbano nacional por mayor presupuesto para educación.
Los trabajadores fabriles marchan cada semana contra los despidos, en asambleas han obligado a su dirección a salir en marcha nacional el 30 de marzo por una jubilación digna, contra gestora pública de pensiones y la inutilidad de las leyes laborales que la dirigencia masista de la COB y el gobierno propagandearon para desmovilizar el año pasado y que no sirven de nada en la práctica para los trabajadores.
Los jubilados también salen en marcha por jubilación digna y contra la Gestora pública de pensiones, se han declarado en Estado de Emergencia.
Los trabajadores de Salud son una constante en la lucha por más recursos e ítems para la atención pública.
Los cocaleros de ADEPCOCA aún están en emergencia por la persecución del gobierno.
Es decir, las luchas son latentes, y la agudización de las mismas está al orden del día especialmente en el marco de la crisis económica que golpea los bolsillos de trabajadores.
8.- EL PROBLEMA DE LA DIRECCIÓN:
La dirección de los principales sindicatos está en manos del MAS. Es así que han impuesto a las bases la prolongación del mandato del ejecutivo de la COB, Huarachi, hasta el 2024. Como hemos explicado líneas arriba, los mineros de Colquiri y Huanuni estuvieron a punto de lograr el congreso de la COB para cambiar la dirección, pero el gobierno reavivó la propaganda y juicios de golpe de Estado, para decir que se venía un nuevo golpe y que los sindicatos debían dialogar con el gobierno dejando atrás su huelga. La política desmovilizadora se impuso. La burocracia traidora se salvó de ser barrida.
Mientras el magisterio urbano, fabriles, jubilados y trabajadores azotados por el plan proimperialista del frente popular, se movilizan todos los días en las calles, la dirección de la COB no apoya ninguna de esas luchas. Todo lo contrario, se opone. Trabaja codo a codo con el gobierno y brinda sus comunicados directamente desde el palacio de Plaza Murillo.
En ese marco, el Frente Popular proimperialista tiene la política de absorber a los sindicatos al Estado Burgués para destruir toda independencia de clase trabajadora. De ahí se explica la conformación de comisiones de trabajo conjunto entre el gobierno y la COB para tratar el “pliego petitorio de la clase trabajadora” mientras que se ningunea el pliego de los sindicatos que hoy se movilizan en las calles, y a la vez se intenta derrotar a esa misma clase trabajadora que está luchando vivamente. ¿Qué pliego petitorio es el de la COB de Huarachi? El pliego del plan frente populista proimperialista elaborado por la burocracia sindical vendida al gobierno. Eso nada tiene que ver con el pliego que pueda resolver las necesidades de la clase trabajadora.
Por esta situación, han aparecido direcciones críticas a esa burocracia, es el caso de los trabajadores despedidos de Fanacim que luchan por la reincorporación de trabajadores fabriles de ese sindicato a sus fuentes de empleo exigiendo que se cumplan los laudos arbitrales ganados por el proletariado. Dirigentes del magisterio urbano nacional que exigen mayor presupuesto para educación. Dirigentes de la Central Obrera Departamental de Cochabamba críticos de Huarachi.
Si bien se enfoca en luchas sectoriales sindicaless y se está lejos de establecer una dirección revolucionaria definida, las voces críticas son expresión del proceso de movilización de masas contra el ajuste proimperialista del frente popular.
PERSPECTIVAS:
El ajuste económico del gobierno se agrava contra los bolsillos de los trabajadores por la crisis económica mundial, la inflación de los productos de la canasta familiar, la subida del dólar frente al boliviano, la escasez de aquella moneda, el deterioro de las reservas internacionales y el déficit fiscal son algunas consecuencias que salen a la superficie.
Por esta situación, la lucha que se da por sectores tiende a incrementarse. Esto perfila una agudización de las protestas contra el ajuste del gobierno. La vanguardia del primer semestre son los maestros urbanos, jubilados y obreros fabriles. Esto, junto a la característica dada estos años, que consiste en que los sectores rotan en su protesta, es decir, sale uno y entra otro, por lo que hay una tendencia a generalizarse hasta llegar a encontrarse, una cuestión que exige preparar la centralización de las luchas.
El gobierno, ante la crisis económica, se ve obligado a enfrentarse cada vez más directamente a las masas, de ahí el endurecimiento de leyes contra los bloqueos y el encarcelamiento de luchadores tras las marchas de protestas, como últimamente sucede con magisterio. Los recambios que se perfilan a favor de la burguesía surgen por el temor a ser rebasados, y se dan en el mismo terreno de frente popular con Evo Morales como opositor dentro del MAS. Pero son imágenes desgastadas tanto las del MAS como la de la oposición cívica parlamentaria. En este sentido, el papel de las direcciones sindicales traidoras es fundamental para sostener al gobierno, sin embargo, el proceso de agudización de la lucha de clases que se está dando junto a la crisis económica acelerará el proceso revolucionario.
Es necesario impulsar las luchas contra el ajuste económico que el gobierno ha pactado con el imperialismo. La clase trabajadora ya lucha por mayor presupuesto para educación, salud, contra los despidos, por empleo digno, entre otras reivindicaciones. Todo el apoyo a las luchas.
Hay que exigir a los sindicatos y la COB preparar la movilización contra el manoseo del dinero de la jubilación para reemplazar su administración estatal burguesa por el control obrero, aumento salarial de acuerdo a una digna canasta familiar, reincorporación inmediata de los despedidos, empleo para todos con la escala móvil de horas de trabajo, por la expulsión del imperialismo que sigue chupando la economía del país, verdadera nacionalización de los recursos naturales y no solo un cambio de contratos con las transnacionales, liberación de los presos políticos de clase trabajadora, respeto y acceso a la tierra, producción y mercado de pequeños productores agrarios, rumbo a un verdadero gobierno obrero, campesino, originario y popular. Para enfrentar al gobierno de Frente Popular proimperialista debemos contraponer a su ajuste económico el plan económico proletario.
La recuperación de la independencia de clase de los sindicatos y la COB es una tarea central para liberarlos de las cadenas que le ha puesto el gobierno a través de las dirigencias traidoras. Es urgente seguir bregando por la realización del Congreso de la COB para elaborar el plan de lucha contra la política hambreadora del gobierno. Romper con el MAS y crear el propio gobierno de las y los trabajadores.
En este proceso revolucionario se debe participar activamente para construir la dirección revolucionaria del proletariado.
MOVIMIENTO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES DE BOLIVIA
