ENCUENTRO MUJERES DE SOCIOLOGÍA:

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UN EVENTO QUE LAMENTABLEMENTE FRACASÓ POR CULPA DE LAS ORGANIZADORAS

Del 24 al 25 de agosto se realizó en la UMSA el primer Encuentro Nacional de Mujeres Estudiantes de Sociología (ENAMUS). Fue una importante iniciativa que surgió el año 2009 en la ciudad de Sucre, en el IX Congreso Ordinario Nacional de Estudiantes de Sociología (CONES). Sin embargo, este evento, que debió discutir la situación de la mujer y  vertebrar su  organización, terminó  en un fracaso, pues salimos sin conclusiones sobre el tema y más desorganizadas de lo que entramos.
Desde el principio esta actividad se caracterizó por su mala organización. El Centro de Estudiantes de Sociología de la UMSA, Tod@s – 1, y las representantes del Consejo Nacional de Estudiantes de Sociología (CONAMES) se limitaron a pegar algunos afiches. No pasaron a los cursos para invitar a las y los estudiantes, no hicieron la solicitud respectiva para la suspensión de clases. Por eso, mientras se llevaba a cabo el Encuentro, la base, que estaba en las aulas, quedó al margen de dicha actividad. Obviamente los y las que asistimos al encuentro quedamos perjudicados en nuestras materias.
En el mismo sentido, no se prepararon adecuadamente los temas de discusión. Un ejemplo de ello es que se comenzó por el final, por la Sexualidad, en vez de hacerlo por la visión general sobre las determinantes socioeconómicas de la opresión de la mujer, para luego comprender, en ese marco, los otros problemas derivados del tema. Debido a la desorganización, la docente Alison Espeeding se retiró en protesta Se la citó para una determinada hora, pero en ese momento había otra exposición.
Para terminar de destruir lo que pudo haber sido una conquista del movimiento estudiantil femenino, este encuentro terminó de forma vergonzosa y  burdamente burocrática. En vez de terminar con la discusión de las diversas mesas en una Plenaria para sacar las conclusiones del evento, se procedió en forma inconsulta y burocrática al nombramiento a dedo de la directiva.  Los pocos estudiantes de base presentes, que esperábamos la plenaria para discutir, quedamos perplejos y sorprendidos al ver cómo esa supuesta directiva tomaba juramento. Cuando se cuestionó dicha actitud, la dirigente de Cochabamba, Miluska Aguilar, primero dijo que “así siempre era”, después se remitió a los dizque estatutos; la base le aclaró que éstos no existen y si existieran deben ser consultados para su aprobación. Como vieron que no tenían ninguna explicación que justifique tremendo dedazo, salió a flote su mediocridad y acusaron de políticos a los que nos opusimos a su actitud. Por si fuera poco esta misma dirigente trató de agredir físicamente a compañeras de Cochabamba, de la UPEA y de la UMSA. La tuvieron que detener por la fuerza sus propias amigas. Previamente quiso expulsar del bus en el que venía la delegación de Cochabamba a una compañera porque según ella no le saludó, además por ser “trosca”. Una vez llegada a La Paz la echó de los predios de la UMSA.
Ante esta arbitrariedad y barbaridad,  la delegación de La Paz, por propuesta de compañeras de base, acordó que las representantes de la UMSA serían elegidas en asamblea estudiantil de Sociología para contrarrestar esta burocrateada. En la UPEA fueron desconocidas las dirigentes nombradas  a dedo. Con esto, tanto la delegacción de la UMSA como la de la UPEA demostraron ser las más principistas en relación a los aspectos democráticos. Nos referimos a las bases por supuesto, porque el Centro de estudiantes, Tod@s – 1, y las representantes de la ENAMUS coincidían políticamente con la dirigente de Cochabamba.
Al no realizarse  la plenaria, no se sacó una síntesis de la discusión. No tenemos un balance, menos un pronunciamiento sobre el tema de la opresión de la mujer. Este vacío es un crimen si tomamos en cuenta que la fuerza del patriarcado capitalista radica precisamente en el ocultamiento de la base económica de la opresión de la mujer. Las organizadoras, al no llevar a cabo la plenaria para sacar una posición oficial de la mujeres,  se unieron a la cruzada machista, a la “tiranía del silencio” sobre este tema.
Por lo acontecido, las organizadoras de este evento demostraron que en realidad para ellas la opresión de la mujer pasa a segundo plano. Esta actitud suya las acerca a las ONG`s, en donde el tema de la opresión de la mujer es imporatante sólo porque es fuente de financiamientos millonarios. En realidad a estas instituciones y a sus funcionarias a sueldo no les conviene que la  opresión se termine, ya que eso significaría el fin de sus pegas.
Cuando vemos la actitud burocratica de las organizadoras del encuentro, cuando percibimos que su pelea es maniobrar por ser ellas las dirigentes, cuando discriminan a sus compañeras por sus posiciones políticas, cuando pretenden agredirlas, nos damos cuenta qué lejos están de emprender una verdadera lucha por la emancipación de las mujeres.
La Juventud Socialista presentó su ponencia  fundamentando que la lucha por la liberación de la mujer es una lucha revolucionaria  por acabar con el fundamento de la opresión que es el sistema de explotación capitalista-imperialista. Para nosotra/os no todas las mujeres son iguales, están las  burguesas y están las obreras; las primeras, al ser capitalistas, son parte  de la opresión y explotación de las trabajadoras y por tanto se oponen a la verdadera liberación de la mujer. De aquí se desprende que en su lucha, la mujer trabajadora tiene que organizarse con la clase trabajadora en completa independencia de la mujer burguesa. Esta labor de terminar con el sistema capitalista y hacer la revolución socialista, sólo se la podrá realizar construyendo  un partido revolucionario nacional e internacional. Por tanto, una de las tareas centrales de las mujeres trabajadoras es la construcción de ese partido.
Esta discusión fue  rica, por lo menos en la Mesa en la que le tocó estar a la JS, y la votación fue unánime de todas/os los participantes en el sentido que señalamos.
Ante el fracaso lamentable de algo que pudo haber sido un logro importante en el camino de la lucha por la liberación de la mujer, llamamos a la base estudiantil a que tome en sus manos esta lucha. Se debe seguir en el mismo sentido que lo hicieron las compañeras de base tanto de la UPEA como de la UMSA: combatir la burocracia organizativa del encuentro y la concepción oenegista burguesa del tema de la mujer.
Se debe organizar un verdadero Encuentro en donde el objetivo sea abrir caminos revolucionarios para terminar con la opresión de la mujer. Donde las organizadoras se comprometan de verdad con esta tarea, para después extenderla a todas las universidades del país.
Por estas consideraciones se debe desconocer a Miluska y a toda su  “directiva” nombrada a dedo con el agravante de agresiones y discriminación contra las  propias mujeres.
06 de septiembre de 2010
JUVENTUD SOCIALISTA

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