FUERA LAS SUCIAS MANOS DEL GOBIERNO EN ADEPCOCA Y LOS YUNGAS

Juan Jose


ABAJO LA INTERVENCIÓN POLICIAL QUE DEFIENDE A LOS DELINCUENTES.

TODO EL APOYO A ADEPCOCA.

Asaltos a casas de familias cocaleras, asesinatos encubiertos, intervención policial y persecución política contra las bases y líderes de la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de los Yungas (ADEPCOCA), así se materializa la perversa línea del Gobierno del MAS, de tomar por la fuerza el control sindical y regional de uno de los sectores cocaleros más representativos de Bolivia.

Las bases cocaleras velan a Miguel Coico, el último de sus mártires asesinados, dirigente del comité de autodefensa de ADEPCOCA. A su vez, tratan de curar a sus heridos en medio de un tenso control policial que lejos de otorgar seguridad, produce temor y desconfianza, pues están ahí para resguardar a las hordas afines al Gobierno, que buscan descabezar a su región y sindicato.

El Gobierno acusa ADEPCOCA de generar una escalada de violencia en los Yungas de La Paz, pero, lo cierto es que todas las acusaciones del oficialismo encubren el verdadero motivo por el que se les asesina y reprime: Haber defendido sus pequeñas tierras y mantenido su independencia política y sindical respecto al Estado Burgués que administra Evo Morales.

LA LUCHA QUE EL GOBIERNO NO PERDONA

Desde Marzo de 2018, las bases de ADEPCOCA se movilizaron en contra del Gobierno porque éste aplicó una política reaccionaria contra ellos, estuvo a punto de quitarles sus fuentes de trabajo, la escasa tierra del pequeño campesino. En contraste, Evo Morales garantizaba desde hace mucho el latifundio de la oligarquía; prefería golpear a la gente humilde, mientras premiaba a los ricos. Por ese motivo, los cocaleros de los Yungas enarbolaron su derecho al trabajo, a su tierra, así como a su independencia sindical y política respecto al gobierno.

Después de masivas y poderosas marchas, ADEPCOCA ganó la batalla en marzo de 2018. Recuperaron su sede de manos del MAS y tres asambleas de bases ratificaron a sus dirigentes por ser independientes del gobierno, entre ellos, Franklin Gutiérrez, alzado en hombros como principal representante de los campesinos en lucha.

PERSECUCIÓN POLÍTICA

Luego vendría la persecución política con artimañas jurídicas. El Gobierno, continuó con su línea de quitarles tierra a los campesinos e intervino violentamente con la policía. En una situación que hasta ahora el oficialismo no esclarece, murió un policía, y de inmediato, sin ninguna prueba ni investigación seria, el Gobierno acusó y arrestó a Franklin Gutiérrez confinándolo en la cárcel de San Pedro.

Ha pasado más de un año y no existe ninguna prueba que demuestre la acusación del Gobierno, pero ya existe sanción, el dirigente de ADEPCOCA está en la cárcel. Lo propio sucede con el dirigente que reemplazó a Gutiérrez, Sergio Pampa, quien es acusado por el MAS de otro crimen sin ninguna prueba ni investigación seria, pero ya tiene orden de arresto. El dirigente se ha visto obligado a pasar a la clandestinidad por persecución política.

DELINCUENTES, ASESINOS Y POLICÍAS

Además de estas artimañas jurídicas, el gobierno usa a un sector de cocaleros afines a él para amedrentar a las bases de ADEPCOCA. Existen denuncias de que este sector pro oficialista se dedica al narcotráfico, y en este caso, ADEPCOCA sí ha presentado una prueba contundente, sus bases de Trinidad Pampa hallaron este 19 de junio una planta de maceración de droga en Huaycuni, donde opera el sector que apoya al gobierno. Tres días después, se produce el asesinato del dirigente del comité de autodefensa de ADEPCOCA, Miguel Coico, y dejan gravemente heridos a sus familiares.

Esto no fue un hecho aislado, se produjo el 22 de junio, en medio de que el MAS organizó con su sector una reunión paralela de cocaleros pro oficialistas en Arapata, horas antes del crimen, donde se resolvió descabezar a ADEPCOCA y exigir elecciones en contra de la dirigencia actual. Esta reunión tuvo el beneplácito de un fuerte resguardo policial que tenía el objetivo de evitar que una legítima protesta de las bases de ADEPCOCA triunfe.

La policía presente no hizo nada para prevenir el asesinato que se produjo horas después, ni mucho menos investigó la planta de maceración de los oficialistas, lo que demuestra la verdadera esencia de la policía en el lugar: defender a los delincuentes afines al gobierno y reprimir la protesta de ADEPCOCA.

INTERVENCIÓN POLICIAL AL SINDICATO

Dejando a un lado las denuncias y pruebas de narcotráfico y delincuencia que incriminan al sector oficialista,  el 21 de junio la policía intervino  violentamente el sindicato de ADEPCOCA en Villa Fátima, rompió sin aviso puertas y descalabró todo lo que vio a su paso, se llevó documentación, computadoras y más de 200 mil bolivianos pertenecientes al aporte de las bases.

Después, el Viceministro de Régimen Interior, Quiroga, salió a decir que eso no fue una intervención policial; que llamarlo así solo azuza el enfrentamiento. Si la entrada de la policía a un lugar rompiendo puertas, tomando objetos y dinero, no es intervención policial, entonces será intervención delincuencial, pues hasta robaron plata, tal vez ese sea el término más adecuado como respuesta a las absurdas declaraciones del funcionario estatal.

Ahora bien, el gobierno, tras el ridículo que hizo su viceministro, ordenó al comandante de la policía declarar a los medios que en ADEPCOCA hay delincuentes armados con dinamita y que por eso hicieron una requisa. Lo cierto es que los crímenes que suceden en los Yungas no se produjeron con dinamita, y la policía no hizo nada por impedirlos, lo que sí hizo es amedrentar a las bases cocaleras que han denunciado que los oficialistas tienen una planta de maceración de droga y que ahora lloran a sus muertos. Hay una total indefensión y ataque del Estado Burgués contra ellos. Las bases cocaleras tienen todo el derecho a defenderse de delincuentes y de la policía. ¡Les están asesinando!, con mayor razón tienen derecho a defender su vida y tierra, y en esa situación grave, tienen derecho a protegerse hasta con dinamita.

FUERA LAS SUCIAS MANOS DEL GOBIERNO

El gobierno y su policía se han desenmascarado, no deben pisar ni un sindicato más, ni un territorio más. ¡Todo el apoyo a ADEPCOCA! ¡Fuera las sucias manos del Gobierno en los Yungas! ¡Fuera la policía! Por la independencia sindical y política de ADEPCOCA, por la libre producción y comercialización de la hoja de coca.

Llamamos a las bases obreras y campesinas a defender ADEPCOCA y a luchar por recuperar organismos trascendentales como la Central Obrera Boliviana (COB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y todos los sindicatos de las manos de la burocracia traidora, para concretar la Alianza Obrero Campesina rumbo al verdadero gobierno de los trabajadores.

La Paz, 24 de Junio de 2019

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