Nuestra participación fiscalizadora en el conteo de votos de la elección del Centro de Estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la UMSA, pudo dejar en evidencia el fraude de URUS a través de la denuncia de las irregularidades que incrementaron al momento de efectuar el escrutinio de las mesas. Desde el inicio de la jornada se presentaron situaciones poco frecuentes en una elección normal, mismas que fueron denunciadas por nosotros en su momento, como la oposición del Comité a que los delegados de frentes firmen las papeletas como respaldo de su validez, o peor aún, el hecho de que ordenaron a los jurados estudiantiles no hacer firmar a los votantes el registro de su participación, algo gravísimo pues las actas deben respaldar la votación con la firma de cada participante en listas, algo que en estas elecciones no paso por instrucción del Comité Electoral, una situación que no debió suceder porque el comité electoral tenía experiencia, pues estuvo a la cabeza de la misma persona que organizó las elecciones del 2015 que dio la victoria al mismo frente, “Poder Estudiantil”. El comité argumentó que ordenaron a los jurados no hacer firmar las listas a los votantes, por falta de espacio en las mismas, un argumento ridículo que no aceptamos.
SE DESCUBRIÓ EL FRAUDE EN EL CONTEO DE VOTOS:
Las ánforas se cerraron a las 18:30, y fue entonces donde se evidenció el fraude. Pues antes de realizar el conteo de votos y revisar si las boletas sobrantes cuadraban con el número de estudiantes que no votaron, miembros del comité electoral se dispusieron a romper las boletas que sobraron y en la mayoría de las mesas tampoco se verificó si el número de votos coincidía con el número de votantes. Para agravar la situación, en la mesa 5 apareció un voto de más, en una situación inusual, pues se encontraron dos boletas dobladas juntas, no entreveradas, sino dobladas juntas, hecho que agravó la situación, ante lo cual y dadas las irregularidades ya citadas, solicitamos la anulación de la mesa, y que se vuelva a organizar la votación en la misma, ante lo cual la presidenta del comité reaccionó de manera furibunda, excusándose en la falta de tiempo por su tesis y nos negó la solicitud, mientras URUS “Poder Estudiantil” exigía que presentemos las observaciones al día siguiente, nosotros insistimos haciendo respetar nuestro derecho a observar el proceso en el acto y es ahí donde el Comité Electoral, con el aval político de Poder Estudiantil, llamó a la policía para defender su fraude.
Para empeorar la situación, cuando nos dispusimos a realizar el conteo de votos de la mesa 6 y a solicitud de los jurados electorales revisamos la lista de los votantes. Encontramos una nueva irregularidad, pues en las listas habían dos nombres que estaban marcados a medias con resaltador y, al no existir firmas que respalden esos votos, consultamos si ambas personas habrían votado, al no obtener respuesta ni de los jurados ni del comité, realizamos la observación correspondiente y el Comité arrancó de nuestras manos las listas evitando que tomemos fotografías como prueba de la irregularidad. Para rematar, en la mesa 10 faltaron votos, pues en listas habían marcados tres votantes de más de los cuales, aparentemente, sus votos habrían desaparecido. En medio de este escándalo la JS exigió públicamente al comité electoral anotar las observaciones en actas y procedió a retirarse de tan bochornoso acto. Es ahí cuando la policía llamada por el Comité Electoral y URUS Poder Estudiantil nos echó de los ambientes del edificio y nos siguió cual si fuéramos delincuentes hasta la plaza del estudiante.
Procedimos a hacer las observaciones por escrito y al momento de recoger la respuesta, nos enteramos que las copias de las actas no se encontraban, como corresponde, en la oficina del Comité Electoral, sino en la casa de la presidenta. También constatamos que durante todo el proceso, al interior de la oficina del Comité Electoral se encontraban dos personas ajenas al mismo, entre ellas, el enamorado de la presidenta (una persona ajena a la carrera, irrespetuosa y machista, que agredió verbalmente a nuestra compañera).
La suma de estos hechos hizo que el proceso del acto eleccionario sea fraudulento, pues al no existir firmas que corroboren la participación de los votantes, no hay prueba alguna de que el número de votos sea igual al número de votantes, hecho que empeora cuando el comité destruye las boletas sobrantes, se encierra con URUS “Poder Estudiantil” para el conteo de la mesa 6 y al día siguiente, realiza el conteo de votos general sólo con ese frente.
Ante este escandaloso y mediocre fraude llamamos a la base estudiantil a movilizarse para exigir nuevas elecciones transparentes y democráticas, donde la base decida y no la camarilla de URUS “Poder Estudiantil”. La Juventud Socialista condena el fraude y la corrupción venga de donde venga.
La Paz 12 de junio de 2017
