MST Perú

Elecciones en Perú: ni la derecha conservadora ni la seudo izquierda son alternativa – Vote Nulo o Viciado

Juan Jose


Pronunciamiento del MST del Perú:

¡En estas elecciones los trabajadores no estamos representados!

¡VOTE NULO O VICIADO!

¡Ni la derecha conservadora, ni la pseudo izquierda son alternativa para la clase trabajadora y el pueblo oprimido!

¡No a las repartijas corruptas que perpetran los partidos burgueses en el Congreso!

¡Empleo y salarios dignos para los trabajadores, ya!

¡No al alza de combustibles y del costo de vida! ¡Presupuesto para salud y educación!

¡Fuera el gobierno de Sagasti!

¡CGTP, CUT, SUTEP, FENATEP, Federación Minera y sindicatos combativos: centralizar las luchas y prepararse como alternativa de gobierno de los trabajadores y el pueblo explotado!

Las elecciones del 11 de abril se desarrollarán en el Perú en medio de la pandemia del coronavirus, poniendo en riesgo a los votantes, miembros de mesa y sus familias pues las condiciones de salubridad no existen.

La burguesía viene aplicando una política de reacción democrática basada en la elección de nuevos presidente y congresistas con el fin de afrontar la etapa de extrema inestabilidad que vive el país desde Kuczynski, agudizada por el gobierno de Vizcarra, y llevada al extremo por la repartija de poder entre partidos burgueses parapetados en el Congreso, que generó una insurrección popular y juvenil que derrumbó a Merino en pocos días, planteando en los hechos un vacío de poder por 24 horas.

Sin embargo, ante la desidia dirigencial de los principales organismos de lucha de los trabajadores y el pueblo oprimido, este vacío de poder fue retomado por la burguesía a través del gobierno provisional de Sagasti, aparentando tener como único objetivo el efectuar las elecciones, pero que viene llevándose a cabo a costa del sacrificio de millones de trabajadores que perdieron su trabajo durante la pandemia a través de la infame suspensión perfecta, incrementos del precio del combustible y del costo de vida en general, y la precariedad de los servicios de salud, mientras se garantiza la continuidad de la riqueza y ganancias para las clases dominantes y sus monopolios financieros, bancarios, mineros, eléctricos, petroleros,  entre otros de servicios y/o industriales.

Sin embargo, Sagasti preside un gobierno extremadamente débil, pues proviene de un proceso insurreccional, que tras haberse enfrentado a Merino y al congreso burgués corrupto, reaviva la confianza del pueblo trabajador en su movilización para defender sus derechos, en colisión con los intereses de los explotadores, sus monopolios y su gobierno de turno.

Es así que además de ser sacudido por el escándalo de la vacunación ilegal de funcionarios de su gobierno que lo han puesto al borde de la vacancia, se dieron las movilizaciones de los trabajadores agro industriales a nivel nacional a fines del año pasado y comienzos del presente año, y en las últimas semanas ha enfrentado una inusual huelga nacional del transporte pesado e interprovincial con la participación de algunos sectores empresariales no favorecidos durante la pandemia y agitando consignas sentidas por la población: no al alza del precio del combustible y el encarecimiento del costo de vida. No obstante, ante la negligencia de las direcciones llamadas a centralizar y fortalecer estas luchas sectoriales, solo pudieron obtener una fracción de los derechos que reclamaban.

El gobierno, si bien logró una tregua social y política que le podría garantizar las elecciones, todo indica que antes de entregar el poder el 28 de julio seguirá cargando el costo de la crisis al pueblo trabajador, por lo que continuará enfrentando reclamos sociales que también marcarán el inicio de la próxima gestión presidencial.

LOS TRABAJADORES NO ESTAMOS REPRESENTADOS EN LAS ELECCIONES

Estas elecciones no generan el entusiasmo político de anteriores campañas pues la preocupación de la población mayormente trabajadora es garantizar su salud y el trabajo para garantizar recursos económicos para sus familias.

Sin embargo y a pesar de ello, las encuestas muestran a una franja importante de disconformidad manifiesto en aproximadamente 20 % de electores que no brindarían su voto a ninguna de las candidaturas y sus respectivos partidos, a lo cual hay que sumarle a los que no irán a votar pues privilegiarán su salud, especialmente los adultos mayores, y quienes se encuentren de viaje preferirán pagar la multa antes que exponer su salud.

Las clases dominantes, con el apoyo mediático de los medios de comunicación, van perfilando a quien creen que pueda cerrar el ciclo de inestabilidad y garantizar un gobierno que les continúe facilitando sus ganancias; y en ese marco han encontrado en Yonhy Lescano a su candidato ideal pues es parte de Acción Popular, partido tradicional de la derecha peruana, que si bien está muy cuestionado por su nefasto rol al ungir a Merino como presidente de la nación, también de Acción Popular, y derrocado por la insurrección popular y juvenil, se presenta con una cara provinciana y enarbolando oportunista y demagógicamente algunas consignas sensibles para la población como renegociar los contratos con las transnacionales, fortalecimiento del aparato estatal y cambiar la constitución.

Otros candidatos que pueden serle de utilidad son George Forsyth, aunque tiene un comportamiento errático, y Keiko Fujimori, que es siempre una garantía para la estabilidad burguesa y sus ganancias.

Imprevisiblemente, el candidato de la extrema derecha, Rafael López Aliaga, se ubica entre los cuatro candidatos ubicados en segundo lugar, y su crecimiento espectacular se ha debido a una campaña dura contra el gobierno de Sagasti, contra el cambio de Constitución, agitando la libertad de empresa (que en la práctica es libertad sobre todo para las grandes transnacionales y monopolios) y pregonando el orden y la lucha contra la inseguridad.

Su campaña se enmarca en el modelo Bolsonaro y Trump con su irreverencia y su manera provocadora de comunicarse con la gente, además de contar cada vez más con un importante sector de la burguesía peruana e internacional, lo hacen un peligro para la clase trabajadora ya que pregona las formas más extremas de explotación y liberalismo en el país.

En comparación, la campaña de la izquierda reformista o pseudo izquierda, de Verónica Mendoza (Juntos por el Perú), Marco Arana (Frente Amplio) y Pedro Castillo (Perú Libre), se ha enmarcado en cómo dotar de apariencia democrática la explotación capitalista en el Perú, sin cuestionar ninguno de sus pilares fundamentales y ni siquiera cuestionar su política liberal.

Ningún ataque al gobierno, al imperialismo, a las transnacionales ni al liberalismo. Ni siquiera en la época del reformismo de la vieja Izquierda Unida, se escuchaban planteamientos para remodelar el Estado en el marco burgués, pero con esta pseudo izquierda de Mendoza y compañía, se plantean propuestas tratando de embellecer o maquillar el podrido capitalismo y su aparato estatal.

Lo peor es que de estos tres candidatos, Pedro Castillo viene de liderar una exitosa y gigantesca lucha magisterial que tuvo en las cuerdas al gobierno y a la burocracia del SUTEP, y que lamentablemente pidió permiso a su gremio para candidatear y no bregó para que el magisterio tenga su propio instrumento político en el proceso electoral.

Más allá de su lamentable discurso político y electoral, algunos sectores como el magisterio en lucha seguramente le brindarán su apoyo creyendo que los representa, aunque su discurso es similar al de Verónica Mendoza y Marco Arana.

Opinamos que lo que correspondía ante la crítica situación que afronta el pueblo trabajador, es que las candidaturas provenientes o identificadas con él se pongan al servicio de sus luchas (financiamiento, franjas electorales, etc.) a fin de unificarlas y promover la solidaridad en torno a ellas; es decir, fortalecer la confianza del pueblo trabajador en su acción directa con la movilización y el fortalecimiento de sus organismos propios, con independencia de clase, en la perspectiva de afrontar los siguientes embates que este y el gobierno que resultara elegido intentará aplicar.

Lamentablemente, las candidaturas denominadas de “izquierda” están promoviendo lo contrario; es decir, están aprovechando el proceso abierto por las luchas de los trabajadores y su juventud, para encausar ese descontento mediante fraseología de “izquierda” o “contestataria” hacia la obtención de réditos políticos que les permitan cogobernar con los partidos burgueses y ser la pata “izquierda” del andamio que sirve a los explotadores.

Pensamos que esta pseudo-izquierda no es alternativa de solución real para pueblo trabajador; muy por el contrario, sus imposturas apuntan a instaurar gobiernos y regímenes anti-obreros, como los de Maduro y del MAS de Evo Morales, en los hermanos países de Venezuela y Bolivia, respectivamente. Por ello, los trabajadores no tenemos representantes en este proceso electoral, y si la población participa del acto electoral a pesar del riesgo que significa para su salud, nuestra posición es que vote nulo o viciado.

LA TRAICIÓN DE LA DIRECCIÓN DE LA CGTP Y LA CUT

La jornada de lucha nacional y la movilización convocada por la CGTP y la CUT para el 18 de marzo, no tuvo la repercusión deseada. Las bases de ambas centrales apenas participaron en algunos lugares del país, especialmente Lima. Es que el contenido de la convocatoria, poniendo como centro la propuesta de convocatoria a asamblea constituyente, se enmarcó en la exigencia (o súplica) a los candidatos a incluir en su plan de gobierno y en sus debates los derechos de los trabajadores.

Ninguna exigencia para que cese el incremento de los alimentos de primera necesidad, ninguna exigencia a que la vacuna sea de inmediato para los trabajadores, ninguna exigencia para el cese de la suspensión perfecta y el despido arbitrario. Ninguna exigencia y llamado a la lucha para concretar esas  urgentes reivindicaciones.

La adaptación al sistema capitalista y al proceso electoral es totalmente completa por parte de las direcciones sindicales, desoyendo el clamor de la población trabajadora que desde noviembre del pasado año viene luchando, como lo demuestra la insurrección popular y estudiantil que derrotó a Merino, la huelga de los productores agroexportadores que lograron una victoria política, los paros y movilizaciones del interior del país por recuperar el trabajo y la reciente huelga del transporte que paralizó el país durante 5 días.

Las bases organizadas de la CGTP y demás gremios, incluyendo los de la Federación Minera, el SUTEP, el FENATEP y otros que luchan por garantizar mejores condiciones de trabajo y salubridad (por ejemplo, ante circunstancias como la sucedida en la minera Shougang Hierro Perú, donde han muerto 24 trabajadores por coronavirus), vacuna para empezar el año escolar, mejoramiento del sistema de salud, garantizar la conectividad a internet desde el Estado, defender la estabilidad laboral y muchos otros, no es escuchada por las dirigencias burocráticas, que se han enfilado en las expectativas de las elecciones y la política del futuro nuevo gobierno.

Salga quien sea electo, las previsiones para los trabajadores son sombrías, por lo que hay que elaborar un plan de lucha que contemple lo siguiente:

– ¡Ningún candidato representa a los trabajadores en estas elecciones: vote nulo o viciado!

– ¡Fuera Sagasti por no garantizar vacunas para todos y seguir cargando el costo de la crisis al pueblo trabajador, generando ganancias para los grandes empresarios y las transnacionales!

– ¡Exijamos a la CGTP, CUT, SUTEP, FENATEP, Federación minera y otros gremios que centralicen las luchas rumbo a la huelga general y se preparen para ser alternativa de gobierno de los trabajadores y pueblo oprimido, pues la reacción democrática burguesa ha demostrado que sus representantes en el poder no defienden en absoluto los intereses de los trabajadores, los productores agrarios ni la población multiétnica y pluricultural del país!

– ¡Por educación, trabajo y salud garantizada para la población trabajadora del país y control obrero de los recursos para garantizar su transparencia!

– Contra los despidos, reincorporación inmediata de trabajadores y luchar por la Escala móvil de horas de trabajo para garantizar pleno empleo para todos.

– ¡Nacionalización de la banca, el comercio, los servicios básicos, la gran minería e industrias extractivas, bajo control de los trabajadores, para garantizar los recursos necesarios para salud, empleo y educación!

Lima, marzo del 2021

Movimiento Socialista de los Trabajadores – Perú

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