CONTRA EL FLAGELO DEL DESEMPLEO PRODUCTO DE LA CRISIS ESTRUCTURAL CAPITALISTA
LUCHAR POR LA ESCALA MÓVIL DE HORAS DE TRABAJO
Ante el agudo problema del desempleo que se ha presentado en Bolivia, corresponde luchar por la «Escala móvil de horas de trabajo».
Debe entenderse que ésta lucha por la “escala móvil de horas de trabajo” se basa sobre el mantenimiento del salario mínimo vital, es decir un salario que cubra las necesidades básicas de alimentación, salud, vestido, vivienda y transporte de cada obrero y de su familia, así como la necesidad de luchar por la expulsión del imperialismo y la verdadera nacionalización de los recursos pues de ahí saldrá el presupuesto para cumplir con las demandas.
Esto significa explicar que estamos en una lucha contra las políticas capitalistas de ajuste económico, que ensalzan las «bondades del trabajo informal», que estimulan el estéril individualismo para salir de la crisis.
Escala Móvil Cuadro Horas Trabajo
METODO PARA EL CÁLCULO DE LA ESCALA MÓVIL DE HORAS DE TRABAJO EN BOLIVIA
La escala móvil de horas de trabajo, consiste en distribuir las horas de trabajo que se generan en la economía y distribuirla entre toda la población económicamente activa. Lo que resultará en una disminución de la jornada laboral, cambiando radicalmente lo que está establecido por ley vigente. El trabajo que presentamos a continuación toma las horas de la economía boliviana actual.
Para explicar el cálculo de la escala móvil de horas de trabajo en Bolivia nos basaremos en los datos proporcionados por la fundación milenio citado en el cuadro anterior: tomaremos el total de la Población económicamente activa, es decir, la población en edad de trabajar, que está trabajando y también la que está en búsqueda de trabajo. Según la fuente citada, al 31 de diciembre del 2020, la población económicamente activa alcanzaba a 5,90 millones de trabajadores. Después, tomaremos el dato de los trabajadores que perdieron su empleo hasta del 31 de diciembre, que se establece en 1,03 millones. Finalmente, debemos calcular la población efectivamente empleada, que es la diferencia entre la primera menos la segunda, dando como resultado 4.88 millones de trabajadores con fuentes de empleo.
Luego, debemos calcular la cantidad de horas que trabaja cada obrero cada año, para lo cual, primero, se debe estimar los días a la semana que trabaja, obteniendo como resultado aproximadamente 5.5 días. Es el resultado de dividir las 44 horas semanales promedio – que es del trabajo del hombre (48 h) y de la mujer (40 h) en horas semanales – entre la jornada de 8 horas diarias en vigencia. Segundo, para el cálculo de las semanas que trabaja el obrero al año, es decir, 47 semanas, hay que restar a las 52 semanas que tiene el año, las 5 semanas que en promedio aproximado corresponden a la vacación y a los 11 días festivos anuales. Tercero, multiplicando las 8 horas diarias, por las 5.5 días a la semana, por las 47 semanas al año, constatamos que cada obrero trabaja 2.068 horas anuales.
Finalmente, para calcular el total de horas que pueden trabajar todos los obreros en Bolivia si estuvieran todos trabajando cada año, se multiplica la Población Económicamente activa (5.9 millones), por las 2.068 horas que trabaja anualmente cada obrero, resultando un total de 12.211 millones de horas anuales. Pero como sostiene La fuente citada, “perdieron su empleo” más de un millón de obreros hasta diciembre del 2021, bajo el mismo método deducimos que la economía capitalista en Bolivia prescindió de aproximadamente 2.130 millones de horas de trabajo, entonces la demanda de trabajo se redujo a apenas 10.082 millones de horas de trabajo.
Para calcular la nueva jornada de trabajo, garantizando pleno empleo, es decir bajo el criterio de la escala móvil de horas de trabajo, debemos tomar esa nueva demanda de horas de trabajo, es decir 10.082 millones de horas, y dividirlas por los 5.90 millones de trabajadores que necesitan trabajar, lo que nos da que cada trabajador debe realizar únicamente un trabajo de 1.707 horas anuales. Luego dividimos ésta cifra por 47 semanas laborables por año, lo que nos da 36.33 horas semanales, y finalmente ésta cifra la dividimos por 5.5 días promedio que semanalmente trabaja cada obrero, lo que nos resulta las horas de la nueva jornada laboral, vale decir poco más de 6 horas y media, y ya no 8 horas en vigencia.
EL SISTEMA CAPITALISTA EN BOLIVIA COMO PARTE DEL CAPITALISMO MUNDIAL ES INCAPAZ DE CUMPLIR CON ESA URGENTE NECESIDAD, CONSTRUYAMOS NUEVAS DIRECCIONES PARA EL MOVIMIENTO OBRERO, CLASISTAS Y DE COMBATE
A diferencia del siglo XIX en el que la unidad de la clase obrera mundial, logró disminuir la jornada laboral a 8 horas, no sin resistencia de la clase burguesa mundial, pudo otorgar esa demanda a la clase obrera sin que se cambie el sistema capitalista.
Sin embargo, a partir del siglo XX, el capitalismo entró en decadencia, el capitalismo se concentró y generó monopolios y capital financiero, apareció el capitalismo dominado por un puñado de oligarcas que saquean a naciones y al proletariado mundial. La lucha por la escala móvil de horas de trabajo por ejemplo a 6 horas y media, provocaría el colapso total del capitalismo en Bolivia. Y genera la necesidad de pensar en un sistema nuevo manejado por la propia clase obrera. Un verdadero socialismo.
Es decir que por la incapacidad de otorgar a los trabajadores lo necesario, se transforma la lucha económica en una lucha política es decir en una lucha por el poder, contra el estado y los gobiernos de turno que están al frente. Por lo que la clase obrera a verse obligada a luchar por el poder político, debe dotarse de una dirección que esté a la altura de esas necesidades. Sin una dirección revolucionaria no hay posibilidades de victoria. Ejemplo de la lucha fue la victoriosa a principios del siglo XX fue revolución obrera de Rusia en 1917. Pero por traición de los dirigentes que sucedieron a la muerte de Lenin, y la expulsión de Trotsky de la ex URSS, la revolución se congeló en sus fronteras nacionales, para luego ser estrangulada por el imperialismo. De esa manera la clase obrera rusa y del resto del mundo incluida la boliviana ha perdido posiciones. Ha cundido la desorganización, el individualismo y desaliento. Ha dado paso al aumento de la miseria en las filas proletarias contrastado con un aumento grosero de la riqueza en manos de una oligarquía financiera mundial. Constatamos que las fuerzas productivas en el capitalismo mundial y boliviano no sólo han cesado de crecer, es decir que las nuevas tecnologías no se crean para ponerlas al servicio de la humanidad, sino para la acumulación ilimitada de un puñado de magnates. Ésta enfermiza sociedad capitalista no sólo lleva la miseria a millones de seres, sino peor aún está poniendo en riesgo la subsistencia de la especie humana. La lucha del movimiento obrero, campesino, indígena y popular, debe ser por reconstruir la dirección revolucionaria. Una dirección que, luchando por la escala móvil de horas de trabajo, junto a otras reivindicaciones, encare la lucha por el poder de la clase obrera en Bolivia como inicio de la revolución obrera y socialista a nivel mundial.
La Paz, 29 de mayo de 2021
