FUERA EL GOBIERNO HAMBREADOR Y ASESINO DE DUQUE
ABAJO EL DIÁLOGO CON LOS VERDUGOS DEL PUEBLO, NO ESPERAR A LA TRAMPA ELECTORAL
LUCHAR POR EL GOBIERNO DEL CNP – UNIDAD DE LA CUT, CGT, CTC, FECODE, CPC, CDP, DA
PARA CUMPLIR CON LAS REIVINDICACIONES: EXPULSIÓN DEL IMPERIALISMO Y NACIONALIZACIÓN SIN INDEMNIZACIÓN DE LOS RECURSOS
El pueblo trabajador colombiano se ha levantado contra el gobierno entreguista y asesino de Iván Duque. Las políticas hambreadoras y neoliberales que hacen pagar la crisis económica, sanitaria y social a los explotados y oprimidos fueron las detonantes centrales de la gran movilización insurreccional que ha logrado mantener de hecho una huelga general impulsada por las bases desde el 28 de abril.
Duque había comenzado a imponer nuevos paquetazos contra la clase trabajadora basados en extender el cobro impuestos a la población, la subida del IVA a los bienes básicos de consumo popular, impuesto a las pensiones, entre otras. En medio de que los explotados y oprimidos sufren los azotes de la tercera ola de la pandemia y, de acuerdo a datos oficiales de la Dirección Nacional de Estadística de Colombia, de los 50 millones de habitantes, 21 millones son pobres, 7 millones comen solo una o dos veces por día y 4 millones sufren el desempleo. La situación no podía soportarse más y la justa protesta se generalizó.
Con el apoyo del imperialismo yankee, el despliegue de aparatos represores del Estado y paramilitares vestidos de civiles, Duque se aferró al poder y se ha cobrado la vida de decenas de luchadores, dejando a su paso cientos de heridos y detenidos. Sin embargo, la represión no produjo el miedo desmovilizador que esperaba, sino, todo lo contrario, fortaleció el valor y coraje de la movilización y una formidable ola de apoyo de clase trabajadora a la lucha a nivel internacional.
Al ver esto, Duque se vio obligado a recurrir a una maniobra defensiva, anunció que la ley de reforma tributaria contra los bolsillos del pueblo será retirada y convocó al diálogo a las direcciones del Comité Nacional de Paro. Esta medida se debe a que el gobierno no ha podido aplastar al movimiento, sino que, a pesar de su artillería policial, militar y paramilitar, la fuerza de las masas ha sido superior colocándolo al borde del precipicio, por lo que necesita conciliar con las direcciones para salvarse. Pretende con el diálogo recuperar aliento para concertar nuevos impuestos contra los trabajadores y mantener en la impunidad los crímenes de Estado.
Los líderes de la izquierda castrochavista, estalinista – socialdemócrata, que controlan los principales órganos de lucha de los trabajadores, a la cabeza de Gustavo Petro, tienen la política de acudir al diálogo con Duque y desviar la movilización hacia la salida muerta de la democracia colonial, sosteniendo al gobierno asesino hasta la realización de elecciones.
Desde el MST de Bolivia y Perú, defendemos la idea de que la explotación, opresión, los muertos y heridos no se negocian. No es admisible ningún diálogo con el verdugo del pueblo trabajador. Es necesario reforzar la huelga y el apoyo internacional de clase trabajadora para la caída inmediata del gobierno de Duque. Es central promover la autodefensa para enfrentar la represión. Saludamos y alentamos la autodefensa incipiente formada en los barrios colombianos, es menester fortalecer las mismas y generalizarla a todos los centros de lucha. En las movilizaciones se ha logrado captar de manera incipiente a algunos sectores de policías de base para que no repriman y apoyen la lucha, este ejemplo debe ser tomado e impulsado. Llamar a los policías y militares de base a unirse al pueblo trabajador y a volver sus armas contra los masacradores del gobierno.
Duque es apoyado por las grandes empresas y transnacionales, por lo que también es importante impulsar la lucha por la toma de fábricas y tierras de la oligarquía, que son los saqueadores de la riqueza de Colombia y promotores de los asesinatos.
¿Quién debe gobernar después de Duque?
Creemos que deben gobernar las y los trabajadores en lucha. Quienes con su movilización están poniendo al borde de la caída al gobierno. Se trata de trabajadores y pueblo organizados en la CUT, CGT, CTC, FECODE, CPC, trabajadores del campo en Dignidad Agropecuaria, Jubilados del CDP, Cruzada Camionera y movimiento estudiantil. El formidable proceso revolucionario colombiano ha forjado la unidad de estos sectores y organismos de clase trabajadora formando el Comité Nacional de Paro (CNP). Este hecho constatado con un marcado carácter de clase trabajadora indica claramente, pese a quien le pese, que se trata de una revolución obrera y socialista en curso. Recae sobre las direcciones de este comité la tarea central de preparar de inmediato el gobierno del pueblo insurreccionado, que no es más que el gobierno de la unidad de estas organizaciones, vale decir, el gobierno del CNP, organismos de clase trabajadora en el poder para reemplazar el caduco Estado oligárquico burgués. Consideramos que, junto con el derrocamiento de Duque, esta es la tarea central del momento revolucionario que vive Colombia. Si presionamos luchando en ese sentido, la fuerza revolucionaria del pueblo colombiano podrá desembocar en derrotar también los desvíos de la democracia colonial, el diálogo con los asesinos y la trampa electoral salvavidas de los verdugos.
Luchar por el triunfo que lleve al poder a esos organismos de clase es fundamental para completar la gesta revolucionaria contra Duque y cumplir con todas las reivindicaciones económicas, sociales y sanitarias postergadas durante años. Por un programa de expulsión del imperialismo de Colombia y la nacionalización sin indemnización de todos los recursos bajo control de las bases trabajadoras junto a la industrialización de las nacionalizadas. Tierra para los trabajadores del campo, etc. Ahí está el presupuesto para cumplir con las demandas.
Desde el MST de Bolivia y Perú, en total solidaridad con la lucha de la clase trabajadora colombiana, denunciamos a la ONU, al Grupo de Lima, al gobierno de Sagasti que apoya de hecho a Duque, así como al gobierno de Arce – Evo Morales que apoya la política de diálogo con los verdugos y elecciones para salvarlos; no han organizado ninguna movilización masiva de apoyo al pueblo colombiano siendo que manejan el gobierno, esto es porque no son más que serviles a los intereses de las transnacionales y temen que la lucha de Colombia se refleje contra ellos en su propio país.
Exigimos a la Central Obrera Boliviana, así como a las Centrales Sindicales de Perú, CGTP, CUT, al magisterio del SUTEP, FENATEP, y al dirigente Pedro Castillo, que ostentan la dirección del movimiento obrero y popular y sus esperanzas, a poner todo su poder de convocatoria al servicio de la lucha de los trabajadores colombianos hasta que caiga Duque, en nombre de la solidaridad y unidad de clase trabajadora a nivel internacional.
MOVIMIENTO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES DE BOLIVIA Y PERÚ
