Fuera Áñez y el parlamento masista

Por salud, trabajo y educación, preparar el gobierno de la COB

Juan Jose


CONGRESO DEL ENTE MATRIZ PARA ORGANIZAR LA VICTORIA

Bolivia vive una situación revolucionaria por la respuesta sobresaliente de la clase trabajadora contra el gobierno y la patronal. Ante los despidos, las luchas encabezadas por fabriles han roto la cuarentena burguesa del hambre por la estabilidad laboral; la protesta de gremiales y trabajadores informales en las calles son recurrentes por su derecho a pan y trabajo. Ante la crisis sanitaria, las medidas de presión de trabajadores en salud crecen junto al apoyo del proletariado minero que al mismo tiempo, han logrado imponer el uso de la medicina alternativa, dióxido de cloro, curando a obreros de COVID 19, en abierto desacato a la política imperialista de la OMS y las transnacionales farmacéuticas que la prohíben; ante la imposición del ministerio de educación de clases virtuales sin garantizar equipos ni internet, surgió la poderosa movilización de maestros y padres por educación fiscal y gratuita. Y como un nuevo avance en las luchas, la base obrera de la COB terminó por obligar a la burocracia sindical a aprobar una agenda nacional rumbo a la unificación de las protestas con la consigna central de luchar por salud y la vida, trabajo y educación[1]. Desde el MST boliviano damos todo el apoyo y alentamos la victoria de la movilización.

FUERA AÑEZ Y EL PARLAMENTO MASISTA

Esta situación se caracteriza también por la debilidad del Gobierno de Áñez y las instituciones estatales para gobernar. Ni la cuarentena del hambre ha sido acatada por las luchas en ascenso, y ni las prohibiciones del ministerio de salud al dióxido de cloro han impedido que se use esta sustancia desde las bases médicas en centros mineros y barrios afectados por el COVID 19 con efectividad. Las medidas antiobreras del gobierno para salvar a la banca privada, así como la crisis sanitaria y la política de endeudar al país con el FMI y el BM solo exacerba más la movilización de masas.

Los trabajadores ganan laudos arbitrales contra los despidos, pero la justicia burguesa no ejerce las resoluciones tal cual sucedía en el gobierno de Evo Morales. La lucha crece. Mientras el MAS enclaustrado en el parlamento solo vela por sus intereses electorales que buscan desviar las luchas a las urnas que favorecerán solo a alternativas burguesas que son más de lo mismo. Para avanzar en el combate por salud y la vida, trabajo y educación, es necesario incorporar la lucha por el Fuera Áñez y el Parlamento Masista, responsables de la crisis, y reemplazar ese poder burgués por el gobierno obrero campesino de la COB. Solo con ese gobierno de clase trabajadora resolveremos los problemas de fondo de las reivindicaciones. El actual gobierno burgués es débil y las instituciones estatales también lo son; hay condiciones para preparar el camino de la toma del poder por la COB.

SE DERROTÓ EL SILENCIO SINDICAL DEL MAS

El silencio sindical aprobado en 2019 por la burocracia masista del CEN de la COB ha sido derrotado por la movilización de las bases de la misma COB. Esto no surgió de un proceso reciente, sino desde la caída de Evo Morales, cuando a la cabeza de los mineros de Potosí, maestros, fabriles, gremiales y estudiantes, los trabajadores entraron a una huelga general de hecho contra el régimen anterior hasta derrocarlo. La dirección masista en crisis fue salvada por la nefasta confusión producida por los paramilitares del MAS y los militares de Áñez en Sacaba y Senkata; la burocracia aprovechó esa situación para extender otra vez el silencio sindical a 2020 y evitar que el congreso de la COB los termine por barrer. El gobierno, reconociendo la fuerza de la COB, pactó con la burocracia sindical la gobernabilidad y le entregó la extensión de su mandato hasta 2022, así como el viceministerio de trabajo. Ahora, las bases obreras han obligado al CEN de la COB a romper con ese pacto y destruir su propio silencio sindical para que se pongan a la cabeza de las luchas contra el gobierno de Áñez. Es una política de emplazamiento aplicada por las masas hacia su dirección actual que está favoreciendo a la unificación de las luchas y la potenciación de la COB como poder dual frente a la debilidad del gobierno y el Estado Burgués incapaces de resolver la crisis.

LA LUCHA ES POR SALUD, TRABAJO, EDUCACIÓN, NO POR ELECCIONES

Esa presión de los trabajadores de base no solo ha derrotado el silencio sindical del MAS en la COB, sino que se opone a la política burguesa de desvío de las luchas, la de “elecciones ya”. La burocracia sindical a la cabeza de Gutiérrez y Huarachi exigieron el 18 de junio a Áñez la aprobación inmediata de la ley de elecciones tal cual lo pedía el parlamento masista, pero sin tener respaldo de ninguna asamblea o ampliado de trabajadores. Ahora, la agenda nacional expresada en el ampliado del 8 de julio se resume en que la COB se declara en Estado de Emergencia y pie de lucha por salud y la vida, trabajo y educación, no por elecciones. ¡Ese es el camino! Las elecciones no resolverán nada de las reivindicaciones, solo la acción directa de masas lo hará por las peticiones más concretas referidas a las condiciones de vida de la clase trabajadora.

PREPARAR EL GOBIERNO DE LA COB

Tanto la salud, trabajo y educación, son reivindicaciones que el gobierno de Áñez no va a cumplir y mucho menos el MAS que en 14 años de gobierno solo preparó el camino a la crisis, ni hablar de los candidatos burgueses como Mesa o Camacho. Solo un gobierno obrero, campesino y popular cumplirá con las reivindicaciones más sentidas del pueblo trabajador. Y en concreto, la organización de masas que puede edificar ese gobierno es la COB. La política electoral pretende salvar a Áñez de caer por una insurrección organizada. Las condiciones objetivas que han producido la caída de Evo Morales y la debilidad de Áñez para gobernar se deben a la lucha obrera, campesina y popular en crecimiento, los constantes bloqueos y marchas, la derrota del silencio sindical y la recuperación de la COB como potencial órgano de poder dual trazan el camino.  Es cuestión de asumir el objetivo claro de la lucha por el poder político de la clase trabajadora.

En este sentido es importante aclarar que una cosa es el organismo obrero y otra su dirección. El organismo obrero es aquel que construyen las masas y que en situaciones revolucionarias tiene la capacidad de centralizar las luchas hacia la huelga general, constituyéndose en órgano de poder dual, una característica de la COB expresada en la tradición de lucha desde 1952, pasando por las insurrecciones de 1970-71, 1985, 2003, 2005 hasta la fecha. Mientras que la dirección de turno puede tener una línea contraria al poder dual obrero, como la de Huarachi y Gutiérrez que rechazan el poder obrero de la COB para apoyar un gobierno burgués del MAS. Pero el hecho de que la dirección sea traidora, no quiere decir que el organismo obrero es inservible. Muchas veces uno marcha a contramano del otro, y en este caso es el órgano COB que está más avanzado que su dirección y que las bases están recuperando con su lucha para que vuelva a centralizar los combates. No debemos confundirlos como si los dos fueran iguales. Es de nuestra clase apoyar las luchas de la COB por el significado que tiene el organismo y su capacidad de poder dual. A su dirección, hay que denunciarla y también emplazarla como ya le han emplazado las bases obreras para sacar las marchas por salud, trabajo y educación. A su vez, hay que luchar por cambiarlas en un Congreso Democrático y reemplazarlas por una clasista y de combate.

CONGRESO DE LA COB PARA PREPARAR LA VICTORIA

Es necesario por tanto exigir la organización inmediata del Congreso de la COB para trazar seriamente el camino a la victoria. Por nuevas direcciones clasistas y de combate, para potenciar la lucha por salud y la vida, trabajo y educación, por el Fuera Áñez y el Parlamento Masista, rechazando las tesis del anterior congreso burocrático que resolvió apoyar al gobierno burgués del MAS, para ahora luchar por el Gobierno de la COB, por la verdadera nacionalización de los recursos naturales, el litio y los hidrocarburos, expulsión del imperialismo, la expropiación del latifundio y por tierra para los campesinos, nacionalización de la banca privada, derecho a la autodeterminación de los pueblo indígenas, entre otras que hacen parte del programa revolucionario, ese es el camino de la independencia de clase para triunfar.

La Paz, 12 de julio de 2020

[1] Reivindicaciones expresadas en las resoluciones del Ampliado de la COB del 8 de julio de 2020.

image_pdf
Siguiente publicación

Preparar la huelga general y el gobierno de la COB

Balance de la masiva marcha del 14 de julio y nuestra propuesta política COB: MÁS QUE UN SINDICATO, UN ÓRGANO DE PODER DUAL Las bases de trabajadores han impuesto a través de la presión sus reivindicaciones en la Central Obrera Boliviana, las consignas movilizadoras se concentran en luchar por salud […]